Escrito por Claudia García Reyes @Plausi1
Pues sí. El momento más temido llegó. Bueno, no el más temido estoy dramatizando un poco, pero sí está gacho. Mi marido está enamorado de otra vieja. La vieja a la que yo más amo en la vida: ¡mi hija!
Todo sucedió sin que nos diéramos cuenta. Poco a poco mientras ella iba creciendo. Y ahora ya no hay nada más que hacer. Esos dos se adoran. Se andan dando abrazos y besos todo el tiempo. Y yo… yo pensé que esto no pasaba. Yo pensé que solo mi mamá se ponía celosa de mí. Y ¿que creen? Que sí pasa. Uno muere de celos cuando ve a su marido viendo con ojos de amor a otra mujer.
Si me estás leyendo marido: Es a la única mujer que puedes ver así además de mí, ¿eh? ¡O te las ves conmigo!
Bueno ¡ya! Ya me tiré al piso y me desahogué. La verdad es que me encanta cómo se quieren. Me encanta cómo #MiniPlausi ve a su papá y cómo se emociona de escuchar el “pip” de la alarma de su choche y gritar: ¡Ya llegó papi!
Y deben de ver cómo el señor en cuestión ve a su pequeña cuando baila y canta. No sé cual de los dos está más enamorado.
La chamaca va y se pasea bailando y dando vueltas por todo el comedor al ritmo de “Cásate Conmigo” volteando a ver al papá con ojitos coquetos, mismos que en unos años nos sacaran canas verdes, mientras a aquél se le cae la baba. Baila con ella, le hace segunda, le canta.
Él dice que no, que cero. Que #MiniPlausi le cuesta mucho trabajo y que lo desespera. Pero ¿a quién no? Eso no tiene nada que ver con lo loquito que está por ella.
- Dame un beso. Le dice el papá.
Y aquella, que sabe lo que trae le contesta con un rotundo: ¡Ño!
- Ándale, dame un beso.
Y a las quinientas va y le da un beso todo embarrado de baba que a cualquiera vuelve loco.
- ¿Me rascas? Le dice el papá.
- ¡Ño! Estoy ocupada.
Y aquel le ruega hasta que logra que la chiquilla le rasque la espalda más o menos unos dos segundos. Y con eso tiene el señor.
- Papi ¿juegas conmigo?
Y aquel ni tarde ni perezoso ya está tirado en el piso haciendo masitas o comiéndose la hamburguesa de Play Doh que le acaban de preparar.
Y yo, lo respeto, me encanta, se aman. Pero ella, nada. Esa chamaca es una posesiva. En el momento que ve que su papá me da un beso o me abraza entonces sí le sale lo ‘Chuky’ y va a meterse entre nosotros. O aplica la de “Abasho todos”. ¿Pooooooor?
- ¡Es mío! Yo lo vi primero.
- Ño. Mío. ¡Mío mi papá!
Y me quita, y lo abraza y lo quiere para ella sola. Total siempre salgo perdiendo con ella. Y lo peor es que el señor que me mantiene lo goza. Le encanta que nos estemos peleando por él. Insisto y aclaro, solo con #MiniPlausi peleo por él.
El lazo que están formando está increíble, la verdad me hace inmensamente feliz que ame así a su papito y que él se desviva por su princesa. Yo tengo un papá así y no lo cambio por nada, es mi más grande tesoro. Y aunque a mi mamá también le daban, bueno le dan celos, siempre ha respetado ese amor apapachador que nos tenemos y se lo agradezco. Así que no me queda más que seguir viendo cómo se apapachan estos dos y hacer mis corajes solita jajaja.
¡Yo por eso no quería niña!
Gracias por leer