El concierto de Camilo en México desató un gran drama en casa, primero porque mi hija quería ir y después porque mi hijo también quería ir
Cuando mi hija se enteró de que habría concierto de Camilo me dijo:
– ¿Me llevas? Porfis. Es mi cantante favorito.
– Pues busco boletos a ver si vamos.
Mi hijo dijo algo así como:
– Yo prefiero ir a ver a Morat o a Sebastián Yatra.
– Bueno. Llevo a tu hermana a ver a Camilo y cuando haya concierto de ellos te llevo a ti.
Total me puse a buscar boletos y ya no había, al menos de mi presupuesto. Ese chamaco todo llena. Pero quedamos que cuando regresara volvíamos a intentarlo. Ella no tan feliz pero lo entendió perfecto.
Un día, platicando con mi comadre le conté que mi hija quería ir al concierto y ella me dijo que sus hijas también morían por ir y que intentaría conseguirles boletos. No están ustedes para saberlo, pero a veces por su trabajo, le regalan boletos para algunos conciertos. Así que le dije que a ver si le conseguía a mi hija. Ahí quedó la plática.
Un día antes del concierto me llama mi comadre y me dice:
– ¿Me prestas a tu hija para llevarla al concierto de Camilo? Sí conseguí boletos, pero solo para mí, mis hijas y la tuya.
– Pues si te avientas a llevarte tú a las 3, sí.
– Sí. Ya lo pensé y sí me las llevo.
Esperé a que saliera de la escuela y con celular en mano para grabar su reacción le dije que iba a ir al concierto.
No puedo yo decirles la emoción. Gritó y brincó por toda la casa. De pronto escuché una vocecita.
– ¿Y yo no voy?
Volteo a ver a mi hijo y le veo los ojos llenos de lágrimas. No lo veía venir. Yo juré que no quería ir.
– Mi vida. Solo hay 4 boletos. Va tu hermana con la comadre y las niñas.
– Pero es que yo quería ir.
– Oye, pero cuando busqué boletos me dijiste que tú preferías otro concierto.
– Pues sí pero Camilo también me gusta. ¿Por qué a mí no me llevan?
– Pues porque no hay suficientes boletos. A mí tampoco me van a llevar.
Obvio me sentí fatal de verlo así pero yo no podía hacer nada para que fuera. No había más boletos.
– Ya no tengo hambre.
– Amor, entiendo tu enojo y tu tristeza pero de verdad no puedo hacer nada.
– Ya sé. – Se levantó y dijo: – Necesito estar solo. – Y se fue a su cuarto.
Mi hija y yo terminamos de comer en silencio. Ninguna sabía qué decir. Y de pronto me dice:
– Mami. Mejor no voy al concierto, no quiero ver a mi hermano triste.
– Mi vida, que no vayas no va a cambiar nada. Además son oportunidades que no se desperdician. No siempre van a poder ir juntos a todos lados.
Cuando mi hijo se sintió más tranquilo salió y me dijo:
– Ya estoy más tranquilo. ¿Me abrazas?
Nos dimos uno de esos abrazos deliciosos que solo él me sabe dar.
– ¿Sabes qué me dijo tu hermana? Que mejor no iba para que no estuvieras triste.
– No puede no ir. Ama a Camilo. Sí estoy celoso pero ya sé que hoy no me toca a mí.
Derretida quedé con su sabiduría.
– Seguro pronto te toca a ti.
– Sí mami.
Luego nos fuimos a comer un helado para endulzar el momento triste.
El concierto era hoy que escribo. Y digo era porque acabo de enterarme que Camilo tiene COVID y el concierto se cancela. Bueno, se re agenda pero hoy no será. Así que estoy sentada en el coche, esperando que mi hija salga de la escuela para echarme un nuevo drama. Ya les contaré.
Gracias por leer
#LaPeorMamá