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#LaPeorMamá Clases en casa
Foto de Archivo

¿Cómo vamos con el encierro? 

Bueno, sé, que no todos podemos quedarnos en casa. Algunas personas tienen que seguir saliendo a trabajar. Por favor cuídense mucho. 

Desde mi trinchera hablo. Nosotros estamos encerrados, al escribir esto vamos en el día 11. 

La semana pasada les conté que la escuela de mis hijos envió material para que los niños trabajaran en casa y no se atrasaran; y hasta donde se, muchas escuelas hicieron esto. 

Insisto, hablaré desde mi perspectiva y propia vivencia. Se que hay muchas opiniones al respecto y no busco más que desahogo y si en el camino puedo ayudar a alguien pues mucho mejor. 

En la escuela de mis hijos enviaron todos los libros a casa, bueno fuimos por ellos, y vía electrónica nos enviaron unas guías con las páginas de los libros que deben contestar, los ejercicios que deben hacer y unos videos donde las maestras explican el tema o en su defecto un video que explica el tema. 

Pero me estoy adelantando. Definitivamente lo primero que pensé cuando dijeron que enviarían el material fue que no iba a funcionar para nada. Pensé que iba a terminar del chongo con los niños. Y para ser sincera, los primeros días así fue. 

Según yo iba a darle clase primero a uno y después a otro pero tuvimos problema porque #miniplausi quería ser primero y luego porque ya había terminado y quería seguir trabajando así que por turnos no funcionó. 

El segundo día lo hicimos al mismo tiempo echando mano de los recursos tecnológicos de casa y #minispeedy más por su cuenta y yo ayudándole con sus dudas. Mientras con #miniplausi cantábamos los días de la semana y el abecedario porque sus clases de eso tratan. 

Esta forma fue más productiva. 

Les voy a ser sincera, hay actividades de #miniplausi que me brinco porque me dan mucha flojera, o les hago algún ajuste. Por ejemplo: haz las letras con crema de afeitar se convirtió en pinta las letras con pintura para dedos. El chiste es que practique las letras ¿no? 

Según yo para el tercer día, ósea el viernes, todo estaba perfectamente dominado pero #minsipeedy salió con que ya no quería trabajar. 

  • Es que ya me cansé. 
  • Pero si no llevas ni la mitad. 
  • Pero ya no quiero. 
  • Amor, a la escuela vas 7 horas, aquí llevas 20 minutos. ¿Cómo que ya no quieres? 

Por supuesto que mi nivel de frustración llegó a niveles máximos y le dije que no lo hiciera. Cuando me calmé un poco logré pactar con él que terminaría en algún momento del día. Como una hora después, solito terminó lo que le faltaba. Creo que lo que quería era hacerlo solo. 

Lo bueno es que llegó el fin de semana y esos dos días no hicimos nada que tuviera que ver con la escuela. 

Este lunes llegué con espíritu renovado. 

Tanto lunes como martes me senté con ellos a realizar los trabajos y estuve ayudando o explicando lo que se les atoraba y todo estuvo fluyendo sin mayor percance. Creo que de verdad disfrutan trabajar y aprender. 

Hoy miércoles yo tenía que impartir curso así que les dije que el tiempo para la escuela sería más tarde de lo que normalmente lo hacemos. 

  • Si mamá. – Contestaron los dos y felices se fueron a ver la tele o que se yo. 

Di mi curso muy feliz y cuando terminé, respiré profundo y fui a avisarles que ya era hora de trabajar. En su recámara no estaban y ruido no había. 

  • ¿En donde están tus hijos? – Le pregunté al señor de la casa que estaba trabajando. 
  • Pues creo que abajo. No se. 

Bajé pensando que estarían jugando en el mejor de los casos y no puedo describirles lo que sentí pero si lo que ví. 

Los dos chamacos sentados en la mesa del comedor, con sus libros abiertos trabajando en perfecto orden. 

  • ¿Qué hacen? 
  • Trabajar mami. – Dijo #miniplausi
  • Se nos ocurrió adelantar un poco. – Contestó #minispeedy. 

La realidad es que #miniplausi ya había terminado todo el trabajo del día. Me explicó que su hermano le había leído las instrucciones y ella había hecho el trabajo. 

  • Primero le ayudé a mi hermana y ahora estoy haciendo lo mío. Y ya casi termino. – Me comentó el orgulloso hermano. 

No puedo decirles la gran felicidad que sintió mi corazón en ese momento. ¡Hicieron todo solitos! Creo que lo que más me emociona es que no tengo que estar ahí pegada con ellos mientras trabajan. Si, soy muy egoísta la verdad. 

Así que decidí venir a contarles y presumirles un poco lo cooperadores, ordenados y responsables que resultaron ser mis hijos. Que por cierto, no son así porque así nacieron, mi trabajo me ha costado y vaya que si. Pero hoy veo los frutos de ese esfuerzo. 

Mi texto de hoy lo inicié pensando platicar de todo lo que he leído sobre maestras, escuelas, clases en casa y demás y terminó siendo de lo feliz que me hicieron sentir mis hijos hoy. 

Y ¿les digo algo? Lo mejor que me está dando este encierro es poder observarlos todo el día y darme cuenta de lo que logran todos los días y lo que como familia hemos construido. 

Ojo. No, no creo que el homeschooling sea fácil. Todo lo que estamos haciendo en casa lo preparó alguien más. Mis hijos trabajan y yo superviso. No creo que sea algo para mi y mi familia. Toda mi admiración para quien si lo hace así al 100%. 

En fin. Seguiré tratando de disfrutar el encierro y encontrándole cosas postivas. Ya les contaré si esta actitud continua o si solo fue cosa de la casualidad y mañana nos matamos. 

Cuídense, quédense en casa. 

Gracias por leer.

#LaPeorMamá