Elecciones 2024
Elecciones 2024
#LaPeorMamá. Aprendiendo a respetar sus decisiones
Foto de Archivo

Cuando le pregunto a mis alumnos ¿quién quiere que sus hijos sean responsables e
independientes? El 100 por ciento de los asistentes levanta la mano. Yo quiero lo mismo para mis hijos.

Después les explico cómo muchas veces nosotros mismos generamos su falta de
responsabilidad e independencia resolviéndoles la vida. Vistiéndolos, bañándolos, pidiendo las tareas cuando no las apuntaron, eligiendo su ropa por ellos, en fin; haciendo por ellos lo que ya deberían hacer.

Hace poco les hablé sobre la “domesticación” en lugar de la educación. Cómo generamos en los hijos un “lo tienes que hacer porque lo digo yo”, lo cual tampoco ayuda en su responsabilidad e independencia.

Platicando con unas buenas amigas, una de ellas dijo: Yo eduqué a mis hijos para ser independientes y tomar sus propias decisiones, y aunque algunas de ellas me sacaron de balance y no fueron mis favoritas, las respeto.

Sus hijos ya son adultos, tienen su vida, algunos viven lejos de su ciudad y yo me puse a pensar lo lejos que estarían esas decisiones para mis hijos pero no, estaba yo muy equivocada.

– Mamá, por fin empieza la temporada de fut. Mi primer partido es el 26. – Me dijo
#minispeedy.
– ¡Qué emoción! – Respondí yo.
– Va a haber un entrenamiento especial en Cuautla de natación el 25 y 26. – Me dijo el marido.
– Super, un fin en Cuautla de descanso. – Respondí yo.

A cada rato me pasa que se me juntan cosas y no me doy cuenta en el momento. Casi
siempre despierto a media noche pensando: [Me lleva, ya dije que sí a las dos cosas].

Por eso tengo que anotar todo, o debería.

Total, llegó el momento incómodo de decidir qué hacer. La natación del señor de la casa ganaba en votos porque significaba un fin de semana fuera, así que #miniplausi y yo estábamos un poco sesgadas en nuestro voto.

#Minispeedy no enojado, lo que le sigue por no poder ir al partido.
– Es que es muy injusto. Yo quiero ir al partido.

Se planteó la posibilidad de regresar el domingo temprano para llegar al partido pero por los horarios del entrenamiento y el partido nada más no se lograba. Íbamos a correr riesgos innecesarios en la carretera por llegar corriendo al partido del chamaco.

– Le voy a decir a mi mamá si se puede quedar con ella y que lo lleve al partido. – Me dijo un día el señor, sin que se enterara #minspeedy. – ¿Cómo ves?
– Pero tendría que quedarse desde el viernes.
– Pues sí, pero no se me ocurre otra forma. Si no pues ni modo, no irá al partido.

Mi suegra, que de verdad se va a ir al cielo, dijo que sí. Que ella se quedaba con mi hijo y lo llevaba al partido. Así que le planteamos la situación al incomprendido chamaco.

– Hay una opción. Te puedes quedar con la abuela desde el viernes para que el domingo te lleve al partido. Pero eso quiere decir que lo que tenga que hacer la abuela viernes y sábado la acompañas.
Por un momento, pensé que diría que no. Que mejor se iba con nosotros. [Son muchos días] pensé. Ilusa de mí.
– Ok. Me quedo con la abuela.
– ¿Seguro? ¿No prefieres a ir a Cuautla dos días, a las albercas y toboganes?
– Mamá, es mi primer partido. Mi equipo me necesita. Prefiero ir a jugar que ir a Cuautla. Me quedo con la abuela.
Ahí estaba, el momento en que decide por sí mismo y yo tuve que respetar su decisión a pesar de que quería decirle: me vale, te vas conmigo.

Sobra decir que la abuela lo consintió y la pasaron bomba. Hasta al Museo de Antropología lo llevó. Eso sí, la tuvo que acompañar a las misas de la tía que lamentablemente falleció el día que nos fuimos.

¿El partido? Lo ganaron y mi chamaco metió gol. Así que por donde lo vea, su decisión fue muy acertada.

Lo extrañé mucho, aunque también tuve la oportunidad de tener solita a #miniplausi que se portó como la mejor hija única.

Quizá podría haber impuesto una decisión sobre mi hijo. Pude haberle dicho que no había opción. Y seguramente la habría asumido después de un tremendo enojo. Pero hoy, estoy segura de que le hago mucho bien permitiéndole tomar sus propias decisiones.

Gracias por leer
#LaPeorMamá