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#LaPeorMamá Ya no llevaré a mis hijos a ningún estadio.
Foto de Archivo

El fin de semana estuvimos en un lugar donde la señal tanto del teléfono como del WiFi es prácticamente inexistente. Así que prácticamente no me entero de nada.

Estábamos cenando cuando el señor de la casa me dice:

– Que se armaron los trancazos en el estadio de los Gallos. Y que se armaron gacho.

En ese momento tenía acceso a WiFi por el restaurante así que muy chismosa yo, me metí a Twitter a ver qué había pasado.

No les puedo yo explicar la angustia, impotencia, enojo y tristeza que en ese momento comenzaron a invadir mi corazón al ver las imágenes de lo que acababa de suceder unos minutos antes. Estoy segura de que a muchos les sucedió igual que a mí.

Todos los que estábamos en la mesa solo podíamos decir: ¿Cómo es posible que pase algo así en el estadio?

Por mi cabeza comenzaron a pasar todos los momentos que pasé en ese estadio con mi marido, amigos y mis hijos. Cuando vivíamos en Querétaro íbamos cada 15 días, hasta abono compramos. No dejaba de pensar en lo que hubiera hecho de haber estado ahí con mis chiquillos de 3 y 1 año, que es la edad que tenían cuando íbamos. La angustia se apoderó de mí.

Cuando estábamos platicando sobre el asunto, apareció mi hijo, de ahora 9, y preguntó qué había pasado.

– Pues al parecer hubo peleas muy feas en el estadio de Querétaro.

– ¿Por qué se pelearon? – Preguntó – ¿Fueron los jugadores?

– No. Fueron los aficionados.

– Pero ¿por qué se pelearon? Si iban a ver un partido.

– No lo sé. Deben haber estado muy enojados por algo.

– Alguien debería decirles que el enojo no se soluciona con golpes.

Sí, así de pacífico es mi chamaco.

Mi hijo ama ver los programas de análisis deportivo. Le encanta ver cómo discuten los comentaristas sobre las jugadas, los goles, los cambios de directores técnicos, etc.

El pobre tiene prohibido ver esos programas por el momento porque todo el tiempo pasan las horribles imágenes que todos vimos y que por nada quiero que vea. Pero él sigue queriendo saber que pasó.

Las razones que hayan tenido para comenzar la pelea que se suscitó, seguramente no las sabremos nunca. Todo mundo tiene diferentes versiones y no veo factible, tristemente, que nos enteremos bien a bien como surgió todo.

De lo que si estoy segura es de que como sociedad estamos fallando terriblemente en educar a nuestros hijos pues me parece inconcebible que cualquier persona sea capaz de tratar así a cualquier otro ser humano. ¿Cómo podemos permitir que haya tanto resentimiento en el corazón de nuestros hijos? Porque sí, todos y cada uno de los que llevaron a cabo este terrible acto son hijos de alguien.

Por eso les aseguro nuevamente: los golpes, los gritos, los castigos y las amenazas sí tienen un efecto negativo en las personas.

Violencia genera violencia.

Si tú estás educando a tus hijos con golpes y gritos, piensa que se puede convertir en ese hombre que es capaz de patear en la cabeza a otro que ya está inconsciente tirado en el piso pues tú mismo le estás mostrando que los golpes y las faltas de respeto son la manera de meter en cintura a alguien.

No, no estoy a favor de que los niños hagan lo que quieran. Tanto niños como adultos necesitamos límites y reglas y debemos cumplirlas pero siempre se pueden poner limites y reglas desde el amor y el respeto.

Nos urge como sociedad educar con paz, con amor, con respeto y con empatía. No podemos seguir permitiendo que nuestra sociedad se hunda de esa forma.

¿Vieron a la señora que llevó a su hijo a la policía porque sabía que había participado en los pleitos? Mis respetos para la señora. Debe haber sido lo más difícil que ha hecho en su vida y con todo y todo llevó a su hijo ante las autoridades porque debe asumir las consecuencias de sus actos y decisiones.

Hoy me siento triste y frustrada, tengo miedo de llevar a mis hijos a esos lugares que tanto disfrutamos, porque nos encanta ir al estadio pero definitivamente no podemos ir más. No podemos ir más a un estadio porque no sabemos cuándo puede suceder de nuevo algo así en otro, en el que estemos.

Hoy pido justicia, pido consecuencias implacables para las personas que participaron en los pleitos, pido que las autoridades actúen y que se haga acatar la ley.

Dicen que perdió el futbol, yo creo que perdimos todos, sin importar si te gusta o no el fut, o ir al estadio. Lo que sucedió es un reflejo de lo que somos.

Te invito a cambiar para contribuir con tu granito de arena a una mejor sociedad.

Gracias por leer

#LaPeorMamá