Elecciones 2024
Elecciones 2024
La atención a mujeres que padecen cáncer en tiempos del COVID-19

El cáncer es una de las enfermedades que se siguen diagnosticando en México en medio de la pandemia de COVID-19 y que requiere diferentes niveles de atención dependiendo de las características individuales de cada paciente.

Salim Abraham Barquet Muñoz, ginecólogo oncólogo adscrito al Instituto Nacional de Cancerología, apuntó que el cáncer cervicouterino está ubicado en el quinto lugar en cuanto a casos por año en México, lo que equivale a unos siete mil 800 pacientes.

De cáncer uterino hay alrededor de siete mil casos, pero de esta enfermedad mueren menos personas”, indicó el especialista en una charla con López-Dóriga Digital. “Y de cáncer de ovario son casi cinco mil casos al año, de los cuales la mitad va a morir”.

Todo esto hace que en el país exista una cantidad importante de pacientes de cáncer que debe seguir con su tratamiento. De hecho, el cáncer cervicouterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres mexicanas después del cáncer de mama, advirtió.

Ahora, con la pandemia, los métodos de detección oportuna se ven frenados hasta cierto punto”, subrayó.

Por esto, recalcó, es necesario “individualizar” al paciente, es decir, detectar sus factores particulares de riesgo y decidir qué se debe hacer en medio del contexto que se vive durante la contingencia sanitaria.

“Por ejemplo, las neoplasias en cáncer uterino se asocian mucho con diabetes, hipertensión y con obesidad, entonces es un riesgo adicional para que el paciente durante la pandemia de COVID-19”, apuntó.

Son factores de riesgo que se van sumando al padecimiento inicial del paciente y, por ende, hay que tener mucho cuidado de en qué momento vale la pena exponer a la persona a algún manejo hospitalario”.

En el caso del cáncer de ovario, el especialista destaca que el tiempo de atención es importante para poder detectarlo a tiempo. “En este caso, vale la pena correr el riesgo de ir a buscar atención; a diferencia de un cáncer uterino, donde quizá se puede tomar un tratamiento alternativo que puede ayudar hasta que pase la emergencia”, explicó.

Barquet Muñoz expuso que, para el caso de pacientes que ya están en tratamiento o que únicamente tienen pendientes sus revisiones generales, lo mejor es esperar a que pase el punto crítico de la contingencia sanitaria para continuar con el seguimiento o, en su caso, tener consulta a distancia.

Para tomar en cuenta

El especialista compartió algunas recomendaciones para las neoplasias ginecológicas más frecuentes:

1. Se recomienda atender únicamente a pacientes de primera vez o que tengan una necesidad imperativa para ser atendidos personalmente. Los seguimientos de forma personal no son indispensables en este momento, y es la consulta en línea una alternativa. En caso de que haya necesidad de una consulta personal, se deben realizar las recomendaciones de distanciamiento, lavado de manos, disminución, en medida de lo posible, del contacto físico, así como restringir el acompañante a un solo familiar.

2. Debido al largo tiempo de progresión de las lesiones premalignas del cuello uterino, se sugiere retrasar la atención para tamizaje y tratamiento de 3 a 12 meses dependiendo del tipo. Para cáncer del cuello uterino en etapas tempranas, en donde el tratamiento quirúrgico es la piedra angular, se puede posponer la cirugía entre 6 y 8 semanas, pero se pueden llevar a cabo antes si se resuelve la crisis. Para las etapas avanzadas, en las que el tratamiento consiste en radioterapia concomitante con quimioterapia y braquiterapia, lo ideal es no posponer el tratamiento en pacientes COVID-19 negativas.

3. Si la paciente tiene un tumor de ovario con factores clínicos, de imagen y laboratorios con alta sospecha de malignidad, se puede realizar el manejo quirúrgico inicial, siempre y cuando se tomen las precauciones para disminuir alguna complicación.

4. En pacientes con cáncer de ovario avanzado ya diagnosticado, se recomienda el uso de quimioterapia de forma inicial, pero si ya lo inició, se pueden completar los seis ciclos del manejo con quimioterapia y, posteriormente, evaluar el procedimiento quirúrgico.

5. El manejo del cáncer de endometrio también es quirúrgico en la mayoría de los casos. Si la paciente es de bajo riesgo, se recomienda un tratamiento con hormonoterapia de forma inicial, mientras pasa la crisis sanitaria. Para los de alto riesgo se puede optar por realizar la histerectomía con salpingooforectomía y ganglio centinela. Por último, para las etapas avanzadas, se puede optar por quimioterapia de forma inicial y valorar la resección quirúrgica posteriormente.

Con información de Carlos Tomasini