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Tartaria, ¿fue un imperio desconocido?
Tartaria. Foto: Más Colombia.

Hasta hace una semana este nombre me remontaba a los tártaros, aquellos pueblos que dominaron partes de Asia y Europa bajo el liderazgo mongol en el siglo xiii. Pero vi una fotografía de un edificio gigante enclaustrado en una montaña y captó mi atención. Un título resaltando la palabra conspiración aparece en letras grandes. Me siguen fascinando estos misterios que atañen civilizaciones perdidas, y a veces me siento un navegante que busca respuestas de esos que se encuentran cuando uno surca los mares, buscando ciudades de oro, templos llenos de tesoros inimaginables y elixires para nunca envejecer.

Mi cabeza es un laberinto de información que ocasionalmente se vuelve un engrudo y más si los temas no son realmente de mi interés. Alienigenas, conspiraciones y otros temas los escucho, siempre pienso que debe haber algo de verdad en ello, pero no me detengo a pensar mucho en ellos.

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Domo de la arquitectura de “Tartaria”. Foto: Especial / Pinterest.

La pista era ese edificio que según refería el artículo, había sido construido por esta civilización y fue el catalizador de mi curiosidad. Según encontré, este es un imperio desconocido, borrado de la faz de la tierra.

Habría abarcado desde el territorio del Mar Caspio y los Montes Urales, hasta las costas del Océano Pacífico. Algunos lo llaman un antiguo “Orden Mundial”, quizá el “país más grande del mundo”. Una civilización perdida, un poderoso imperio de avances únicos, que llegó a tener tecnología limpia y libre, y que habría ocupado todo el norte de Asia hasta 1775. ¿Hombres de más de tres metros de altura? ¿Constructores y creadores Anunakis? ¿Una raza que se generó de la Atlántida y de ahí proliferó su progenie ?

¿Será que el Diluvio Universal fue en este siglo, y no en épocas ancestrales como lo venimos creyendo, o según las escrituras sagradas? Se dice que este episodio borró de la faz de la tierra todo rastro, y de ahí se formaron los cinco continentes, pero en tiempos recientes.

¿Qué pasaría si por un momento todo lo que nos han enseñado estuviera sesgado?  ¿Podría ser que estructuras maravillosas como el Capitolio de Washington, las Pirámides de Gaza y la Gran Muralla China, fueron construidas con tecnología de una sociedad antigua? Quienes piensan que esto fue así, incluyen la posibilidad de que todas estas grandes obras eran centros energéticos que apuntaban a Orion, desde donde se recibía la energía libre. Mientras voy juntando toda esta información, mi mente viaja y aparece el nombre de Tesla, ¿habrá sido portador de todo este conocimiento? Claro que recuerdo que todos sus documentos desaparecieron después de su muerte en un hotel. ( Ojo, quité el adjetivo de misteriosa antes de muerte, porque aunque podría ser que lo mataron, no es un hecho fehaciente, al menos en la narrativa que hasta hoy he encontrado).

Pero siguiendo el hilo conductor de esta fascinante historia sobre una historia alternativa a la creación; los que están convencidos de esto, piensan que hubo una guerra, unos humanoides llamados grises invadieron a esta grandiosa cultura y destruyeron todo. Para sobrevivir, los grandes atlantes crearon a la especie humana a semejanza suya, pero a un tamaño menor para que pudiéramos aprovechar mejor los recursos. Crearon un domo de protección en el cielo, y hoy sólo aquellos que han activado su conciencia, pueden obtener los conocimientos de esta gran civilización. Ahí donde algunas culturas plasmaron los colores  blanco, amarillo rojo, en sus banderas como distintivo, estan los restos del linaje de este gran imperio. Al parecer solo cuatro puntos en el planeta mantuvieron viva la herencia.

Los descendientes de Enki, divinidad de las aguas subterráneas, de la magia y el conocimiento de los sumerios, son los grandes enemigos de este gran imperio y de la humanidad, desde épocas inmemorables han querido quedarse con todo el planeta, es por eso es que borraron la historia, la tejieron a su conveniencia y crearon una nueva. Todo esto con el fin de  mantenernos esclavos, creyentes de una historia falsa. Hoy este orden mundial está queriendo resetearnos de nuevo, porque muchos están despertando, así las vacunas y la tecnología del 5G, son métodos que usan para esto.

Cuando hilé esto, fue como armar un rompecabezas que para mí hace sentido, al menos la historia ya tiene un hilo conductor, y no es algo fragmentado.

Decía George Orwell “quien controla el pasado controla el futuro” en su novela “1984”. Un escrito  distópico, donde el autor explora temas como el totalitarismo, la manipulación de la información y la vigilancia gubernamental. Si un régimen totalitario tiene el control sobre la narrativa histórica y la información que se proporciona a la población, puede manipular la percepción de la realidad y, por lo tanto, ejercer un control sobre el futuro, al moldear las creencias y acciones de las personas. Y la verdad es que estoy de acuerdo.

Con esto en mente me puse a navegar, esta vez sin barco, tecleando mi computadora, encontrando cosas que se adicionan a los titulares de muchos artículos y blogs. Además de los edificios mencionados encontré que se le atañen construcciones como el edificio Singer en el Bajo Manhattan de estilo Beaux-Arts en 1908, edificado por el arquitecto Ernest Flagg, por orden de la empresa de máquinas de coser. Una esbelta torre de 27 pisos, coronada por un techo abuhardillado.

Cada centímetro estaba lleno de detalles suntuosos por dentro y por fuera; techos abovedados, columnas de mármol, adornos de bronce, parteluces de ventanas con estrías en espiral. Quienes lo llegaron a visitar quedaban anonadados con el vestíbulo que tenía un “resplandor celestial”. Durante un año, fue el edificio más alto del mundo con un poco más de 186 metros, un hito durante décadas. A pesar de su gran altura, la torre, delgada como un lápiz, carecía de espacio para oficinas. En la década de 1960, la empresa vendió su exuberante sede y su demolición se llevó a cabo en 1967.

Éste como todas las demás construcciones a las que hoy hacen referencia quienes apuestan a esta civilización perdida, son magníficas, de un esplendor único y fascinante.

Un imperio que incluiría al mongol, el tartaro y que llenaría de paz y prosperidad durante siglos el territorio. ¿Qué esta civilización desapareció a raíz de una misteriosa inundación de barro masiva entre otras catástrofes? ¿Y que así quedaron ocultas sus ciudades y la evidencia de su imperio? ¿serían los ingleses, los judios, los encargados de desaparecer tan extraordinario imperio y ellos son los descendientes de Enki? Este contubernio siempre ha quedado plasmado en hipótesis y teorías que son sorprendentes, que han generado mucho dolor.  Basta recordar la palabra “Sionista” que se utiliza en teorías que afirman que los judíos controlan los gobiernos y las finanzas internacionales para su propio beneficio. ¿Un gobierno de Ocupación Judío-Masónico? Se que estas ideas han sido desacreditadas por expertos y organizaciones como la Liga Anti-Difamación. Lo que he aprendido, es que sionismo no es una conspiración, es un movimiento político y cultural legítimo, que busca la autodeterminación del pueblo judío en su patria ancestral.

Ser investigador tiene su lado alternativo y hay los que apuntan a que Tartaria en verdad existió. Por más bizarro que parezca, miles de personas en Internet están convencidas de que esta mega civilización, es responsable de algunos de los logros arquitectónicos más importantes de la civilización humana. Las redes sociales, se vuelven un ecosistema perfecto para que se puedan transformar los conocimientos oficiales, elaborando argumentaciones de lo más enrevesadas. Fotos trucadas, bases históricas tejidas a modo, quizá un poco como cuando viajo en mis escritos en el tiempo, que me vuelvo un nahual cambiando de forma, usando la información y transformándola con mi forma peculiar de percibir el mundo.

Hasta hoy mi mente dejaba pasar de largo pedazos de información, así la Atlántida, los continentes perdidos de Lemuria y Mu eran leyendas, cuentos que aparecían mezclando los mitos y la tradición oral de muchos pueblos. Un edificio me ayudó a juntar las piezas, y encontrar esta forma de abrazar la existencia humana para muchos.

Esta apuesta, a diferencia de otras,  comenzó a circular en foros de Reddit en 2016, con un montón de vídeos de algunos creadores en YouTube, y desde ahí se extendieron rápidamente reuniendo un par de miles de seguidores. La premisa tiene algunas cosas que no son descabelladas, afirma que la historia la escriben los vencedores, (lo cual creo) e  invitaba a la gente a revisar diferentes perspectivas y hechos, algo que los historiadores alientan, buscando tantas fuentes como fuera posible. Sin embargo, como se trata de un foro abierto, casi todas las especulaciones se discuten, sin mucha evidencia.

Básicamente, algunas personas notaron que hasta los siglos XVIII y XIX, los mapas incluían una región llamada “Tartaria” o “Gran Tartaria” en el Este de Rusia, Asia Central y Siberia. Combinan esto con citas de la Enciclopedia Británica, que es una obra del siglo XVIII y que yo usé para mis trabajos en la escuela. Con lo que sugiere en algunas de sus páginas, podría inferirse que hay un Imperio oculto en la historia.

Siempre hay un origen sobre estas ideas, algunas fáciles de rastrear y otras no. Al parecer sus raíces caen en la pseudociencia rusa, y las menciones de este  Imperio, aparecieron por primera vez en la Nueva Cronología del teórico de la conspiración ruso, Anatoly Fomenko. Un matemático ruso, profesor de la Universidad Estatal de Moscú y miembro de la Academia de Ciencias de Rusia. Conocido por su trabajo en topología, y galardonado con el Premio Estatal de la Federación Rusa a la excelencia en matemáticas.

Al ser miembro de la Academia Rusa de Ciencias Naturales se le dio credibilidad a su teoría, basada en las obras del escritor ruso-soviético Nikolai Alexandrovich Morozov, proponiendo una reinterpretación radical de la historia mundial.

La Nueva Cronología de Fomenko sugiere que muchos acontecimientos de la antigüedad, que generalmente se atribuyen a fechas y civilizaciones específicas, son en realidad fraudulentos o mal interpretados.

Más tarde, Nikolai Levashov difundió su trabajo en la historia del ocultismo racial. Esto ha llevado a creer a muchos, que Rusia era Tartaria, cuyos verdaderos orígenes fueron encubiertos por Occidente. Más tarde, la Sociedad Geográfica de Rusia desacreditó todas estas afirmaciones, descartando esta teoría de la conspiración como una fantasía extremista. Criticado por historiadores y académicos por falta de evidencia empírica, en 2004, Fomenko y su coautor Gleb Nosovsky recibieron el antipremio “Abzatz” por el peor libro publicado en Rusia en la categoría “Pochotnaya bezgramota” (Certificado de deshonra o analfabetismo respetable).

Y aun con toda esta información queda la duda, ¿que será real y que no?

No sabía el significado de la palabra tátaros’ (sin la primera ‘r’)  si es el nombre de uno de los pueblos que sometieron los mongoles durante su expansión. Pero ya entendí dónde estaba una confusión que tenía, ya  que los europeos metieron los dos pueblos en un mismo envase, le dieron tintes y connotaciones con el Infierno y el demonio debido a la brutalidad con la que los mongoles saquearon todo lo que los rodeaba.

Eran pueblos nómadas que vivían en condiciones extremas, por lo que arrasaban pueblos vecinos a modo de supervivencia. Pero según la teoría conspirativa nada de esto fue así.

Pero me salta que paradójicamente, una de las obras arquitectónicas que los conspiranoicos relacionan con la civilización destruida de Tartaria fue la Gran Muralla China, según narran los historiadores fue empleada para frenar la expansión de los mongoles. He aquí una contradicción que sería interesante seguir indagando para tratar de entender. ¿Cómo se construye una muralla de tal tamaño para defenderse de sí mismos?

Pese a que el término de Tartaria en el contexto medieval está obsoleto desde el siglo XIX, siguen haciéndose referencias hacia los tártaros, dado que el uso de la palabra se extendió para denominar a todo tipo de civilizaciones invasoras.

La gente se siente atraída por las teorías de la conspiración debido a una combinación de factores psicológicos, y eventos externos como los sentimientos de ansiedad y privación de derechos. Experimentos han demostrado que la ansiedad puede hacer que las personas encontremos en ella, una fuente para que pensemos de manera más conspirativa.

En tiempos de agitación social y política, como la pandemia de COVID-19 o las elecciones, las personas pueden sentir una sensación de incertidumbre y vulnerabilidad, lo que las lleva a buscar explicaciones en complots. También pasa cuando nos sentimos desconectados de los demás, esto puede hacer que nuestro pensamiento conspirativo sea más atractivo.

En la Universidad de Princeton de 2017, se hizo un experimento donde los participantes que creían que eran rechazados por su grupo, tenían más probabilidades de respaldar confabulaciones. Cuando percibimos amenazas en el entorno somos más proclives a creer en ellas, relacionadas con la necesidad de comprender y sentirnos  seguros en el entorno. Creerlas puede proporcionar un sentido de superioridad y pertenencia a una comunidad en particular, dando una identidad social que nos hace sentir únicos. Pero también puede estar impulsado por el deseo de comprender el entorno y el mundo de uno.

Ofrecen una manera de dar sentido a eventos y fenómenos complejos, incluso si las explicaciones no están respaldadas por evidencia. La evolución de las redes sociales ha hecho que las intrigas sean más accesibles y generalizadas. La facilidad para compartir información y el efecto de cámara de resonancia de las comunidades en línea, pueden contribuir a la popularidad de este tipo de pensamiento. Agregaría algo más, cuando las religiones ya no nos sostienen, las ideas que teníamos sobre ciertas cosas tampoco, comienza una búsqueda incesante para darle sentido a nuestra existencia, buscando darle paz a nuestra angustia y a las preguntas existenciales.  ¿Quién soy, dónde estoy y a dónde voy? Siguen siendo fuente de cuestionamientos inexorables.

Después de armar un mapa más o menos claro de qué es lo que algunos piensan, de encontrar probablemente de dónde sale todo esto y cuál podría ser la intención, me quedo serena. Coincido con que la historia se sesga a conveniencia, con que la arqueología nos va abriendo caminos nuevos para re escribir lo que se sabía hasta ese momento. Lo demás por ahora lo guardo en el librero de información para tenerlo a la mano, nunca se sabe si encuentro algún acertijo, alguna pista nueva que pueda abonar a estas explicaciones sobre la existencia. Fascinante, sin duda fascinante.

Por DZ

Claudia Gómez

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