La peor persona del mundo es una promesa sobre la vida, el mismo título se redefine al final
El séptimo arte en 2021 se despliega con una cinta de Elástica Films, que llegó a la pantalla grande en México a finales del mes de marzo de 2022. Entra en el género de la comedia romántica oscura. Ganadora en Cannes a Mejor Actriz y Nominada a dos Oscares, incluido mejor guión original: La Peor Persona del Mundo, despliega a un personaje principal que lleva el nombre de Julie, interpretada por Renate Reins, extraordinariamente dirigida por Joachim Trier quien también escribe el guión.
Mientras la trama se despliega con ese ritmo pautado del cine europeo, yo comienzo uno de mis viajes favoritos, el de dejar mi cuerpo en la butaca y desprenderme de todo lo cotidiano para entrar al viaje entre las casas de Oslo, el clima, el ruido de sus calles y la historia.
Me cuesta leer los letreros de la traducción, el noruego es para mi un engrudo de palabras guturales que me confunden, me da la impresión que me estoy perdiendo de algo, sin embargo la magia del cine comienza a hacer efecto, sin darme cuenta consigo embriagarme en el libreto y comienza mi disertación sobre lo que la película me transmite.
El paso del tiempo es sin duda uno de los temas que vierten un sinfín de reflexiones durante nuestra vida. En la mía comenzó a gestarse muy niña cuando por rebelión decidí que éste era circular. Una espiral con principio y fin donde se tejen cientos de hilos que matizan su curso, con escenas y fotografías en mi mente que acompañan el camino.
Desde que el hombre tuvo conciencia sobre sí mismo, creó usando la geometría una línea para interpretarlo, usándolo para medir la duración o separación de acontecimientos. Con ello se ordenaron los sucesos en secuencias estableciendo lo que ya pasó, de lo que está por venir. Dejando un espacio liminal para el presente donde todo ocurre.
Hasta hoy, nos ha servido para ajustar nuestro paso finito sobre el planeta, encontrando marcos de referencia para ir fijando metas, donde lo biológico juega un papel fundamental. ¿Qué y quién marca las pautas de conducta y desarrollo aceptadas por la cultura en la que nacemos, en ese período que existimos? Se vive como una especie de adiestramiento que finca los patrones de conducta, donde poco cuestionamos si queremos o no regirnos a ellos.
Así nacemos, crecemos, nos casamos, tenemos hijos, nietos y nos morimos. Cada generación tiene su propio mapa del mundo, con sus expresiones religiosas y culturales variando de un lugar a otro.
Sin duda se empapa de la historia y de los sucesos naturales, pues no es lo mismo vivir en un lugar donde hay guerra, que en un lugar donde hay relativa calma.
En medio de todo esto nos tejemos los seres humanos, personas que atravesamos cada emoción con la paquetería que venimos, con la interpretación que hacemos del mundo que nos circunda, mientras nos toca vivir lo que toca. En ello se despliega la adusta toma de decisiones y sus consecuencias; sin duda cada factura sobre las decisiones que tomamos se paga.
Así Julia representa una generación de mujeres que se debate entre lo que está estipulado como norma y la confusión hacia la maternidad y las premisas de las relaciones de pareja, que hoy navegan por aguas turbulentas. Sin duda el rol de ser mujer en muchos países ha cambiado. Ha sido un tránsito del rol de cada generación y sus dificultades, la trama del film coloca a través de los rostros plasmados en las fotografías con lindos marcos; la historia de las mujeres atravesando al menos un siglo.
La película me parece una radiografía de este tiempo y el cambio de paradigmas. Una mujer hace algunas décadas era definida por su maternidad y la propagación de la especie; hoy se abre en el debate del cambio de paradigmas, que se gestan sin duda con la aparición de la pastilla anticonceptiva y el ingreso a la fuerza laboral, impulsando a la independencia económica y lo que esto generó.
El personaje muestra como a la certeza se le antepone la duda, y ésta es vista como aprendizaje. Es estimulante entender a alguien más por lo que no sabe, por sus pasos en falso y sus caprichos, que por lo que tiene claro. Se deshilan los fracasos, el dolor, y lo que hoy duramente se califica como egoísmo.
Se abren espacios para redefinir lo que es prioritario y reformular las réplicas para preguntas que tenían claras respuestas durante generaciones. ¿Qué es lo que queremos hacer con nuestra vida? Se plasman las relaciones desordenadas y la dificultad que éstas despiertan. Se detiene el tiempo para darle cabida al impulso. Así gráficamente en la pantalla, de pronto solo ella está viva, corriendo hacia lo que pulsa en deseo, dejando detenido todo lo demás, hasta encontrarse con quien cree, que despierta lo que ella imagina necesitar, dejando ese momento como fuente para tejer lo que sigue y sus repercusiones.
Cuando no hay marcos de referencia que atan la imagen sólida del futuro, entonces entra la ambivalencia, los sentimientos contrapuestos hacia vivencias que deberían hacernos sentir más completos y felices, porque ese es el guión cultural con el que nacimos, generando una agitación interna que lleva a la confusión y la crisis existencial.
La peor persona del mundo es una promesa sobre la vida, el mismo título se redefine al final, me da la impresión que Julie no es realmente la peor persona del mundo, sólo es una mujer intentando descifrarse a sí misma amalgamándose en el intento, mientras va sufriendo una metamorfosis.
Es una oda a la crisis contemporánea que sufren millones de mujeres en todo el mundo.