López Dóriga-Digital recomienda estas cinco cafeterías, ubicadas en varios puntos del Distrito Federal
Beber una taza de café ya no es solo eso, en la actualidad representa un estilo de vida, sobre todo a partir de la expansión de cadenas de cafeterías como la de la sirena de Seattle.
A pesar de su importante presencia en las principales ciudades del mundo, como es el caso de la Ciudad de México, siempre podremos contar con otras opciones.
Estas cinco cafeterías que a continuación te recomendamos, funcionan de la misma manera: sirven tu bebida favorita ya sea fría o caliente, cuentan con carta de alimentos y pastelillos, pero con la gran diferencia que tendrás la experiencia única de tomar una excelente taza de café.
Son viejos y nuevos negocios familiares e incluso promotores de la cultura que continúan conservando la tradición de una cafetería como un lugar de encuentro entre amigos. Algunos sí le han abierto las puertas al Wi-Fi para dar ese plus a sus clientes, otros se niegan porque, aseguran, es más importante la persona que tienes enfrente para interactuar y dialogar.
CAFÉ GRAN PREMIO
El Café Gran Premio abrió sus puertas en 1962, gracias a una buena idea de dos italianos. Veinte años después, Francisco Gisbert, enamorado del café que ahí se servía, compró el lugar a su segundo dueño, también italiano, y a partir de 1982 es administrado con éxito sin que hasta ahora haya perdido su esencia.
“El negocio no se ha modificado, solo algunas cosas de la carta, pero el estilo de la cafetería continúa. Tenemos una mezcla de dos tostados: cubano con italiano”, explica el dueño del lugar.
La cafetera, al igual que sus fundadores, es italiana y lleva preparando por más de 50 años la especialidad que es el café espresso.
Otra bebida favorita de los clientes es “El Mayo”, un capuccino más pequeño preparado con leche evaporada, la horchata con leche, las malteadas y las sodas italianas.
Por su cercanía con la Esquina de la Información, era muy recurrente ver a periodistas en este lugar. Actualmente Cristina Pacheco continúa frecuentando el café como muy buena parroquiana del Café Gran Premio.
Café Gran Premio
Antonio Caso #72, colonia San Rafael
Lunes-Sábado de 8:00 a 20:00 h
CAFÉ RÍO
Para que un buen café logre un buen sabor se requiere de gran dedicación, prueba de ello es la señora Lidia Hauayek de 88 años, de familia libanesa y dueña del Café Río que desde 1963 no ha desistido de servir un café de gran calidad.
“Aquí tenemos el mejor café, es una mezcla de planchuela con caracolillo, mitad clara y mitad oscura”, explica Gema Hauayek, hija de Lidia, quien actualmente se encarga del negocio familiar y de preparar los deliciosos pasteles que ahí se sirven.
El mínimo detalle es clave para el proceso de un buen café. La cafetera del Café Río es italiana y aún guarda su sabor después de 52 años funcionando a buena temperatura. El tostado y molido del café también es fundamental, pues se debe evitar quemarlo para que no quede ácido o amargo.
La especialidad, sin duda, es el pay de dátil con nuez y el café americano, pero también sirven dedos de novia, capuccino, pan y taco árabe. Los precios son muy accesibles, y tanto pasteles como bebidas se sirven de forma generosa.
Entre los personajes que han visitado el Café Río está el empresario Carlos Slim, el ex Jefe del Gobierno de España, Felipe González, y el actual presidente de CONACULTA, Rafael Tovar y de Teresa.
De acuerdo con cronistas del Centro Histórico, el nombre de Café Río se debe a que muchos comerciantes judíos llegaron de Argentina, del Río de la Plata, y por eso varios establecimientos del primer cuadro del Centro Histórico llevan en su nombre la palabra Río como la cantina Río de la Plata.
Café Río
Donceles 86, local 3, colonia Centro
Lunes-sábado 09:00 a 21:00 h.
CAFÉ GUARDATIEMPOS
Para el señor Mario Cedeño, dueño del Guardatiempos y periodista de El Universal en la década de los 70-80, el café es como un elixir que nos lleva a desarrollar el deseo de verter ideas en un encuentro. Esta es la razón por la que esta cafetería mantiene la tradición de ser un lugar en donde la gente que busca un buen café puede disfrutar, al mismo tiempo, una buena lectura o una charla interesante con algún parroquiano.
“Muchísima gente me ha dicho que por qué no pongo Internet y yo les contesto que es un café donde queremos mantener la tradición de ser un sitio de encuentro para aportar ideas”.
Lo visitan periodistas, escritores, artistas, arquitectos, gente de la política, circunstancia que le ha aportado personalidad a esta cafetería, pues muchos de los pintores que han probado una taza de café en este lugar decidieron exponer su obra de manera permanente.
El nombre Guardatiempos surge a pocos días del 6 de febrero del año 1994 cuando abrió sus puertas. Un grupo de amigos aportaba ideas para el nombre de la nueva cafetería, pero ninguno convencía. De pronto, recordaron aquel cuento de “El Guardavía”, de Charles Dickens.
En el tema antiguo de ferrocarriles, el guardavías o guardagujas, era un lugar donde había un hombre que cambiaba las vías, para desviar el rumbo del tren. Y de ahí el nombre de Guardatiempos, para que fuera el lugar donde el tiempo fuera el factor de encuentro de personas que llegan de diferentes lugares, con diferentes ideas.
Encontrar la mezcla de granos de café que aportara un sabor no tan afrutado, que tuviera aroma y cuerpo, o dicho en otras palabras que se supiera que ese café solo lo encuentras en Guardatiempos, tampoco fue una decisión fácil. Llevó más de cinco años para dar con ese matiz de granos prima lavado de exportación que solo se produce en las regiones cafetaleras de Chiapas y Veracruz.
La especialidad de la casa es el café americano y el espresso natural y cortado. Pero no puedes irte del Guardatiempos sin haber probado una chapata de pollo, queso y tocino.
Otras de las bebidas ocasionales de sobremesa, son los capuchinos que, a juzgar por los clientes italianos, son de gran calidad.
Guardatiempos café
Juan de la Barrera, casi esq. Pachuca. Edificio Condesa, local 14.
Lunes-sábado
11:00 a 22:00 h
PASSMAR
El local 237 del mercado Lázaro Cárdenas, también conocido como el mercado de la Del Valle, vio nacer hace 15 años el legado del señor Salvador Benítez Alonso, originario de Atoyac de Álvarez, Guerrero.
Passmar lleva hasta en el nombre la dedicación de toda una familia en el arte de preparar café. Iniciaron en un pequeño local, pero el tiempo y la disciplina han llevado a este café a expandir el negocio, incluso a impartir cursos de barista y arte latte.
El grano de café que aquí se ofrece no podría venir de otra tierra que no fuera la de Atoyac de Álvarez, y se obtiene a través de un proceso natural que permite que el grano absorba las mieles del cerezo para lograr un sabor dulce y afrutado.
La especialidad de la casa son las bebidas con las que Salvador Benítez hijo y su esposa Alelí alcanzaron el Campeonato Nacional Barista 2006-2007 y 2008, respectivamente:
-Natilla espresso (Campeonato Nacional Barista 2006). Como su nombre lo indica, es una natilla casera de sabor vainilla con un shot corto de espresso. Es una bebida tibia, con un sabor balanceado, no es dulce y el sabor del café no es tan intenso, la consistencia es como si se bebiera una crema de café o un dulce de leche.
-Sky blue (Campeonato Nacional Barista 2007). Es un capuccino con extracto de cáscara de naranja, que da como resultado una bebida con sabor a licor de naranja.
-Alelis berries coffee (Campeonato nacional barista 2008). Es un capuccino con frutos rojos, y chocolate semiamargo.
Passmar brinda una excelente atención y una amplia carta de bebidas a base de café, además de un menú de desayunos y comida mexicana.
Passmar. Cafés Finos
Mercado Lázaro Cárdenas
Adolfo Prieto s/n, esq. Av Coyoacán. Local 237.
MARABUNTA
Marabunta barra de café + librería, es un lugar relativamente nuevo. Abrió sus puertas el 12 de diciembre del 2014 bajo la premisa de crear un punto de encuentro: buen café, arte, literatura y reflexión política.
El café que ahí se sirve se compra directamente a los cafetaleros de San José Tenejapa, perteneciente al municipio de Teptlaxco, Veracruz. La mezcla es 100% arábica, con un tueste medio a oscuro, estrictamente de altura y tierra limpia. Además de café, chocolate artesanal, la carta de Marabunta ofrece panadería salada o dulce y amarantos artesanales.
El gran atractivo es que también es un espacio de difusión cultural, un punto de reunión de proyectos editoriales independientes, presentaciones de libros, lecturas de poesía, discusiones político-sociales y sesiones musicales.
A decir del colectivo de amigos que encabeza este proyecto, el nombre de Marabunta tiene muchos significados, pero sobre todo representa su forma de ver el mundo.
“El potencial de la organización colectiva. Marabunta: el inmenso grupo de hormigas legionarias que, a pesar de su diminuto tamaño, organizadas pueden devorar lo que se encuentren a su paso”.
Marabunta
Miguel Ángel de Quevedo 485C, Coyoacán
Lunes-sábado de 07:00 a 23:00 h
Domingos de 12:00 a 20:00 h
Por Karla Ruiz.
Minuto a minuto
