Expertos coincidieron en debate que los beneficios de vacunarse contra COVID-19 siguen siendo mayores a los riesgos que podría presentar
Expertos mexicanos coincidieron que a pesar de que la aplicación de vacunas contra COVID-19 puede presentar efectos adversos, estos se presentan en una cantidad muy baja y los beneficios de inmunizarse siguen siendo mayores.
Los doctores Alejandro Lara, director médico de Landsteiner Scientific, y la doctora Rosa María Wong, jefa de la subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM, fungieron como ponentes del seminario ‘Diferencias Clave Entre las Vacunas Covid-19 en México‘, el cual ayudó a disipar las dudas que hay en México en torno a las vacunas contra coronavirus.
Después de explicar al público las características de las vacunas contra coronavirus que se aplican en México y el mundo, los doctores coincidieron en que aplicarse cualquiera de los biológicos entrena al organismo ante un posible ataque viral, permite al cuerpo generar defensas y, aunque no garantiza que no se presente una infección, sí evita que los seres humanos desarrollen una enfermedad moderada o grave, e incluso la muerte.
El debate se realizó cuando alrededor del mundo se analiza si existe una relación entre la vacuna de AstraZeneca y casos de trombosis en pacientes que se la aplicaron.
Rosa María Wong resaltó que este efecto se ha presentado solamente en 30 de cinco millones de personas que se aplicaron la vacuna, y que la trombosis es un padecimiento frecuente en la población, principalmente de la tercera edad.
En promedio, la trombosis se presenta en un individuo entre cada mil.
Además, indicó que agencias internacionales como la Sociedad Internacional de Trombosis y la Agencia Europea de Medicamentos ya dijeron que no existe evidencia de un efecto causal entre la vacuna y los coágulos.
Por su parte, el doctor Alejandro Lara manifestó que “es más el beneficio que lo está en riesgo” y declaró que está científicamente comprobado que la aplicación de una vacuna en grandes poblaciones ayuda a minimizar la propagación de una enfermedad.
Lara explicó que la inmunidad que desarrollan las personas que se recuperan del COVID-19 no pueden bastar, y que estos individuos tendrían que proceder a la inmunización.
La idea fue reforzada por la doctora Rosa María Wong, quien explicó que con base en estudios, se encontró que el coronavirus tiene la capacidad de mutar, aumentar su infectividad y burlar las barreras de defensa.
Ambos especialistas agregaron que una persona que superó el COVID-19 podría perder la inmunidad adquirida por los anticuerpos a los 90 días, por lo que deben vacunarse.
Los médicos también adelantaron que pese a que un individuo se vacune, debería continuar con las medidas sanitarias, debido a que puede llevar el virus a otras personas y porque el regreso a la normalidad no necesariamente llevará al país a un momento como el que se vivía antes de la pandemia.
Para avanzar a una normalidad, ambos doctores apuntaron que se necesita que al menos el 70 por ciento de la población tenga anticuerpos.
Landsteiner_Comunicado_FinalCon información de López-Dóriga Digital