
Los restos de la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, quien falleció hoy, fueron trasladados al Ayuntamiento de la sureña ciudad española de Sevilla, el cual acogerá la capilla ardiente. Aunque inicialmente la duquesa de Alba sería velada en el Palacio de Dueñas, se decidió llevar sus restos hasta el Salón Colón de … Continued
Los restos de la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, quien falleció hoy, fueron trasladados al Ayuntamiento de la sureña ciudad española de Sevilla, el cual acogerá la capilla ardiente.
Aunque inicialmente la duquesa de Alba sería velada en el Palacio de Dueñas, se decidió llevar sus restos hasta el Salón Colón de la Casa Consistorial del Ayuntamiento de Sevilla por razones de seguridad ante el gran número de personas que quieren despedirla.

Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, la tercera mujer en dirigir la Casa de Alba en sus más de 500 años de historia, murió esta mañana a los 88 años de edad en su casa del Palacio de Dueñas de Sevilla, tras sufrir el pasado fin de semana una neumonía que complicó su estado de salud.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, manifestó su pesar ante el fallecimiento de una mujer “que siempre llevó a Sevilla en el corazón y por eso permanecerá para siempre en el corazón de Sevilla”.
El rey Felipe VI se comunicó por teléfono con el viudo de la duquesa de Alba, Alfonso Díez, y con el duque de Huéscar, Carlos Fitz-James Stuart, hijo mayor de la ahora occisa, para expresar sus condolencias.
Los reyes de España Felipe VI y Letizia, así como Juan Carlos y Doña Sofía, enviaron coronas de flores a la capilla ardiente y se espera que haya una representación de la Casa Real en el velorio.

La aristócrata poseía más títulos legales ante un Estado vigente que los reconociera, más que ningún otro noble en el mundo.
Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, era cinco veces duquesa, 18 veces marquesa, 20 condesa, vizcondesa, condesa-duquesa y condestablesa, además de ser 14 veces Grande de España.

Nació en el Palacio de Liria en Madrid el 28 de marzo de 1926 y, al estallar la Guerra Civil, se exilió en Londres junto a su familia, no obstante, tres años después vivió el estallido de la II Guerra Mundial y sus posteriores efectos sobre Reino Unido.
De vuelta a España, se casó en primeras nupcias con el aristócrata Pedro Luis Martínez de Irujo y Artazcoz, hijo de los duques de Sotomayor, el 12 de octubre de 1947 en Sevilla y tras la muerte de su padre Jacobo Fitz-James, en 1953, heredó el Ducado.
De su matrimonio con su primer marido, nacieron seis hijos: Carlos, duque de Huéscar; Alfonso, duque de Aliaga; Jacobo, conde de Siruela; Fernando, marqués de San Vicente del Barco; Cayetano, conde de Salvatierra; y Eugenia, duquesa de Montoro.

Tras quedar viuda, volvió a casarse seis años después con el exsacerdote Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, quien se convirtió en decimoctavo duque de Alba y cuya condición de antiguo sacerdote jesuita levantó una gran polémica entre la aristocracia española.
Aguirre falleció en Madrid en 2001 y una década después, la duquesa contrajo matrimonio, por tercera vez, con el funcionario Alfonso Díez Carabantes.

Poco antes de esa boda, la duquesa de Alba hizo el reparto anticipado de su herencia entre sus seis hijos por medio de una donación escriturada ante un notario de Madrid, donación a través de la cual, los hijos pasan a ser titulares registrales de sus bienes.

Con información de Notimex