
La organización Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por la falta de progreso y la mala coordinación en la investigación sobre la desaparición de Moisés Sánchez Cerezo, un blogger y editor de un periódico en línea, que el 2 de enero fue secuestrado de su casa en Medellín de Bravo, un municipio en el estado … Continued
La organización Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por la falta de progreso y la mala coordinación en la investigación sobre la desaparición de Moisés Sánchez Cerezo, un blogger y editor de un periódico en línea, que el 2 de enero fue secuestrado de su casa en Medellín de Bravo, un municipio en el estado de Veracruz.
Han transcurrido casi tres semanas sin que se sepa el paradero de Moisés Sánchez Cerezo o la identidad y el motivo de sus secuestradores.
La organización está particularmente perturbada por el tiempo que tomó a las autoridades del estado de Veracruz, iniciar la búsqueda de Sánchez. Ellos fueron notificados a los 40 minutos del secuestro, pero pasaron cuatro o cinco horas antes de que comenzará su búsqueda.
“Estamos preocupados por la falta de coordinación entre los funcionarios de Veracruz (la Procuraduría del Estado) y los funcionarios federales (la Fiscalía Federal de Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión)” comentó Claire San Filippo, el jefe de la organización Reporteros Sin Fronteras, región Américas.
“Instamos a las diferentes autoridades a trabajar juntos de manera constructiva y hacer todo lo posible para encontrar sano y salvo a Sánchez. Esto incluye la asignación de más recursos para investigar la posibilidad de que su secuestro esté relacionado con su trabajo periodístico, que el crimen organizado esté involucrado, y que los funcionarios locales pueden ser cómplices”.
Según los miembros de la familia que estaban presentes en ese momento, cuatro coches se detuvieron frente a la casa de Sánchez a las 7:30 pm el 2 de enero. Seis hombres fuertemente armados vestidos de civil bajaron de los vehículos. Tres de ellos, entraron a la casa, sacaron a Sánchez y se fueron con él.
Jorge Sánchez, hijo del periodista, explicó a Reporteros sin Fronteras: “Sabemos que fue por causa de su trabajo, porque no se llevaron dinero, solo todo de su material (periodístico)”.
Las autoridades policiales y judiciales locales no consideraron inicialmente la posibilidad de que su secuestro estaba relacionado con su periodismo porque, dijeron, se ganó la vida como taxista, no como periodista, y “acaba de publicar en las redes sociales.”
La familia resaltó que Sánchez terminó usando Facebook como su principal método de comunicación después de que su blog fuera bloqueado en tres ocasiones. Él cubrió los actos del crimen organizado, criticó la alta tasa de criminalidad de Medellín de Bravo y acusó a las autoridades locales, especialmente el alcalde Omar Cruz Reyes, de no prestar suficiente atención a este tema.
Pocos días antes de su secuestro, un amigo le dijo que el alcalde estaba molesto por sus reportajes y quería “asustarlo”.