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Sí sienten celos los perros, revela estudio
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Científicos de la Universidad de California en San Diego demostraron que los perros experimentan un sentimiento muy humano: los celos.

El estudio, publicado en la revista científica Plos One y dirigido por la psicóloga Christine Harris, indica que los perros muestran indiferencia cuando sus dueños los ignoran o leen un libro en voz alta y con ilustraciones en relieve.

El nuevo estudio tomó una muestra a partir de 36 perros que comprueba un cambio dramático en su comportamiento cuando sus dueños ejercen afecto a un canino de peluche.

Ladrar y mover el rabo, reacciones con gruñidos, ladridos e intentos de separar a sus dueños del rival, fueron las reacciones de los caninos al ver cómo sus propietarios acariciaban a un perrito de peluche.

Sí sienten celos los perros, revela estudio - dos_perros
Foto de eladiestramiento.com

Los perros solicitaban dos veces más a sus dueños cuando estos simulaban jugar con el perro de peluche (78%) que cuando la persona jugaba con una linterna con forma de calabaza (42%) o leía en voz alta un libro musical (22%). Un 30% de los animales también intentó interponerse entre el perro de peluche y su dueño y una cuarta parte tuvo gestos agresivos hacia el juguete, según se observó en el estudio.

“Nuestro estudio parece mostrar no sólo que los perros tienen un comportamiento que podría hacer pensar en celos, sino también que intentaron quebrar la relación entre el dueño y el (falso) animal rival”, destaca Christine Harris, autora de estudio junto con su colega Prouvost.

Se involucraron perros pequeños en el estudio ante el temor a que reaccionaran de forma agresiva y hubiera la necesidad de someterlos. Se contó con canes de 14 razas, incluidos chihuahuas, Yorshire terriers, perros de Pomerania, salchicha y razas cruzadas.

La psicóloga decidió realizar el estudio tras observar el comportamiento de los tres Collies de sus padres y ver cómo, incluso cuando acariciaba a dos al mismo tiempo, esos dos mostraban un comportamiento agresivo entre ellos.

Además del libro y el perro de peluche, el estudio introdujo un cubo con una cara pintada, al que los amos de los perros hablaron y trataron como a un animal; y también despertó celos, aunque no tantos como el objeto de peluche.

Las autoras del estudio destacaron que los resultados de la investigación respaldan la teoría de que existe una forma “primigenia” de celos que se observa también en los bebés.

Con información de La Nación