El último alto el fuego en Ucrania se derrumbó deprisa. Este podría durar, porque interesa al presidente ruso, Vladimir Putin. El objetivo de Putin de mantener a Ucrania dentro de la órbita rusa sigue inalterado. Pero los últimos avances militares de los rebeldes prorrusos dan a Moscú una posición de fuerza en las conversaciones de … Continued
El último alto el fuego en Ucrania se derrumbó deprisa. Este podría durar, porque interesa al presidente ruso, Vladimir Putin.
El objetivo de Putin de mantener a Ucrania dentro de la órbita rusa sigue inalterado. Pero los últimos avances militares de los rebeldes prorrusos dan a Moscú una posición de fuerza en las conversaciones de paz que determinarán el futuro de Ucrania.
Desde el inicio de la crisis en Ucrania, el objetivo de Putin ha sido asegurar suficiente autonomía en el este rusófono de Ucrania para que la región pueda mantener sus estrechos lazos con Rusia, e impedir que Ucrania se una a la OTAN.
En marzo, después de que Ucrania derrocó a su presidente prorruso, Moscú se anexionó la península ucraniana de Crimea. Pero aunque muchos en Ucrania y Occidente temen que Putin quiera tomar más terreno, esa no parece ser su opción preferente. Si quisiera, lo podría haber hecho fácilmente.
Al parecer, Putin ha calculado que el precio por esa maniobra sería demasiado alto, tanto por el castigo económico que impondría Occidente como por los millones de dólares que costaría respaldar al este de Ucrania. Con la economía rusa en recesión, eso es algo que el Kremlin no puede permitirse.
Putin ha optado por una ruta más enrevesado.
Al negociar un alto el fuego, ha dejado claro que no quiere ir a un enfrentamiento militar directo, por ahora.
El acuerdo, 12 puntos contenidos en una página, parece vago y frágil. No especifica los frentes de batalla actuales, ni dice qué estatus podrían obtener las provincias rebeldes.
Aunque Putin y el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, pueden haber llegado a un acuerdo preliminar de compromiso político, ponerlo sobre el papel será extremadamente difícil, en especial con vistas a las elecciones parlamentarias de Ucrania en octubre.
El Kremlin puede contar con la insurgencia y con la debilitada economía Ucraniana para que Kiev ceda a sus demandas.
Y si no, Putin ha dejado claro que la opción militar seguirá sobre la mesa.
Con información de AP