En el año de 2010, la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de la empresa British Petroleum, y que se situaba en el pozo Macondo, en el Golfo de México, derramó entre 35 mil y 60 mil barriles diarios de crudo. La fuga duró 86 días. No hay precedentes de un desastre ecológico de esa magnitud, menos … Continued
En el año de 2010, la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de la empresa British Petroleum, y que se situaba en el pozo Macondo, en el Golfo de México, derramó entre 35 mil y 60 mil barriles diarios de crudo. La fuga duró 86 días. No hay precedentes de un desastre ecológico de esa magnitud, menos en aguas profundas.
British Petroleum reconoció ante una corte estadounidense su responsabilidad y negligencia para controlar el daño y repartió millones de dólares en indemnizaciones para los pescadores estadounidenses representados en la Corte.
Los pescadores mexicanos quedaron fuera del pago. Se presentó una demanda que representaba a tres de los cinco estados del Golfo, que ha sido desestimada hace unos días, pero el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto presentó un proceso federal en 2013 que busca defender los intereses mexicanos.
A esa demanda se suma la que representa a los 25 mil pescadores, provenientes de todos los estados mexicanos del Golfo de México y al menos un centenar de procesos individuales que siguen en marcha en una corte en Luisiana.
Alberto Lozano, abogado que representa a los pescadores yucatecos, explicó que el proceso sigue en marcha. Aseguró que su firma no les cobra a los pescadores el trabajo legal y que trabajan coordinados con los colectivos que representan a los afectados por el derrame en Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche.
Lozano explica además que las aguas han afectado hasta las costas de Holbox, una pequeña isla mexicana en el extremo norte de Quintana Roo.
La lucha legal sigue, confirma el abogado Zeke Reyna, de una firma de Weslaco (Texas) y quien sigue el proceso en la corte de Luisiana donde se decidirá si British Petroleum debe otorgar un pago por el daño causado.
Los pescadores mexicanos piden un mínimo de 50 mil dólares por cada persona, una cantidad mucho menor a la que British Petroleum desembolsó a los estadounidenses.
José Luis Carrillo Galaz, líder de la Federación de Cooperativas de Yucatán, dice que la pesca ha caído al menos un 60 por ciento y que cada vez son menos los hombres que se lanzan al mar porque “el sacrificio es mucho” y la abrupta caída en el pescado hace que las cuentas no salgan.
Por su parte, Horacio Polanco, uno de los abogados que representa la demanda colectiva de los 25 mil pescadores mexicanos contra British Petroleum, explica que son varios los procesos legales que se siguen en contra de la petrolera para buscar una indemnización.
“No hay científico en el mundo que pueda decir que lo que hicieron no causó daño”, aseguró.
Más afectaciones
Las mayores pruebas de que el derrame causado por British Petroleum ha provocado un enorme daño en las costas mexicanas son dos: el reclamo constante de los pescadores de la región, que repiten que la estrategia de lanzar microorganismos que devoraban el crudo solo hizo que este se hundiera y acabara con millones de peces que les daban sustento. Y pequeños trozos de arena y conchas en tono marrón, que al partirse desprenden un inconfundible hedor a combustible.
“Antes podíamos juntar hasta 100 kilos de mero, que es el pescado que más se da aquí, por pescador. Ahora, con trabajos, se reúnen 30 entre tres o cuatro”, narró Benito Palma, pescador de 38 años.
“Somos como ellos (los pescadores estadounidenses)”, afirmó José Uc Séptimo, uno de las decenas de pescadores de todo el litoral de Yucatán que se ha trasladado centenares de kilómetros solo para dar su testimonio. El hombre asegura que la pesca ha sufrido una caída de al menos un 80 por ciento, y que lo menos que piden es la indemnización que dieron a los pescadores de Estados Unidos.
“Que no nos discriminen por ser mexicanos. Hablamos maya o español pero tenemos el mismo corazón”, explica. “Y fíjese, la mayoría de los que estamos aquí ya tenemos la cabeza blanca. Estamos defendiendo el patrimonio de nuestros hijos. ¿Qué les vamos a dar de comer mañana?”, concluyó.
Con información de El País.