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Kirchner sumó traición a la desidia con la muerte de Nismar
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En un artículo de opinión publicado hoy en el diario El País de España, el argentino Santiago Canton, director ejecutivo del Robert F. Kennedy Human Rights y ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), afirmó que “La historia de la AMIA es la historia de la desidia de un Estado y sus gobiernos. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, le sumó traición a la desidia”.

En el texto -donde se critica el actuar del gobierno de Cristina Kirchner frente a la causa AMIA y la muerte de Alberto Nisman, fiscal a cargo de esa investigación- Canton hace un recuento desde el atentado contra la Embajada de Israel en la Argentina de 1992.

“La muerte del fiscal es solo el último capítulo en la novela de impunidad iniciada hace más de dos décadas”, dice Cantón.

“La investigación judicial estuvo desde un comienzo plagada de graves irregularidades, en donde las huellas supuestamente secretas del Servicio de Inteligencia argentino se vislumbran a cada paso”, señala el autor del texto, y enumera algunas anomalías, además de la decisión de apartar al juez de la causa, Juan José Galeano.

“Con esta decisión, más de 10 años después del atentado, se ponía en evidencia que el Estado argentino en su conjunto, en lugar de buscar la verdad sobre los hechos, solo buscó engañar a toda la sociedad argentina, y en particular a las víctimas de la AMIA”, opina.

Entonces, cuenta que fue en septiembre de 2004, se nombra al fiscal Alberto Nisman a cargo de la investigación, su decisión de ir detrás de la “pista iraní”, y las infructuosas peticiones de captura internacional de cinco sospechosos iraníes.

“El momento más importante de esta etapa fue el reconocimiento de responsabilidad del Estado argentino en una audiencia ante la CIDH en marzo de 2005, donde además se acordaron una serie de medidas, incluyendo la reforma del Servicio de Inteligencia. El presidente Néstor Kirchner aprobó las reformas por decreto, pero nunca se cumplieron. Actualmente, el caso está esperando la respuesta de Argentina y posiblemente el proceso culmine ante la Corte Interamericana con una sentencia en contra”, continúa el ex secretario general del organismo judicial de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Canton después menciona que los ex cancilleres Rafael Bielsa y Jorge Taiana habían sido tentados en vano por Irán “para alcanzar una solución política en la justicia argentina”. “Las tentativas de negociación que se frenaban ante la intransigencia de Bielsa y Taiana, encontraron en Timerman un interlocutor más flexible”, comenta y entonces presenta el memorándum de entendimiento entre el gobierno de Cristina Kirchner con el de Mahmoud Ahmadinejad para crear una Comisión de la Verdad y facilitar las declaraciones en Irán de los acusados.

“Frente a la avalancha de críticas, el Gobierno insistió en que no hubo negociación secreta, más allá de buscar avanzar en la búsqueda de justicia. El discurso del Gobierno, repetido estoicamente por sus acólitos seguidores, sufrió un duro golpe el 14 de enero con la denuncia del fiscal Nisman contra la presidenta y el canciller acusándolos de encubrir el atentado a la AMIA”, señala Canton y cuenta que, horas antes de comparecer ante el Congreso, el fiscal fue hallado muerto.

“En cuestión de horas, irresponsablemente, con poca información, el Gobierno salió a sostener la teoría del suicidio. Pero tras un par de días en los que nueva información no favorecía dicha teoría, la presidenta modificó su opinión inicial y descartó el suicidio. En una muestra clara de un verticalismo irracional, sus seguidores, algunos de ellos sin poder ocultar una vergüenza que los acompañará de por vida, repetían automáticamente las palabras de la presidenta”, opina.

Canton considera que “las pruebas de Nisman deberán ser evaluadas ante los tribunales, ante la sociedad no parece necesario”. “Ya no existen dudas de que la negociación informal existió a espaldas de las víctimas y del pueblo argentino, comprometiendo los logros que se habían alcanzado en la justicia Argentina”, agrega.

“La historia de la AMIA es la historia de la desidia de un Estado y sus gobiernos. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, le sumó traición a la desidia -concluye-. En derechos humanos lo principal deben ser siempre las víctimas y las medidas para que las violaciones no se repitan. El Estado argentino por más de dos décadas ha ignorado a las víctimas de la AMIA y ha creado un manto de impunidad que facilita la repetición de violaciones. Mientras no haya justicia por uno de los más graves actos terroristas de América Latina, el eco del estallido continuará cobrándose más víctimas”.

Con información de La Nación