El uso de edulcorantes artificiales puede establecer las condiciones para la diabetes en algunas personas al afectar la forma en que sus cuerpos manejan el azúcar, según sugiere un estudio preliminar realizado principalmente en ratones. Los autores dijeron que no recomiendan ningún cambio en cómo la gente usa edulcorantes artificiales con base en su estudio, … Continued
El uso de edulcorantes artificiales puede establecer las condiciones para la diabetes en algunas personas al afectar la forma en que sus cuerpos manejan el azúcar, según sugiere un estudio preliminar realizado principalmente en ratones.
Los autores dijeron que no recomiendan ningún cambio en cómo la gente usa edulcorantes artificiales con base en su estudio, que incluyó algunos experimentos con humanos. Los investigadores y expertos externos dijeron que se necesitan más estudios, mientras que los grupos de la industria calificaron la investigación como limitada y dijeron que otras evidencias muestran que los edulcorantes son seguros y útiles para el control de peso.
El estudio de los investigadores en Israel fue divulgado el miércoles en la revista Nature.
El trabajo sugiere que los edulcorantes cambian la composición de las bacterias normales y beneficiosas en el intestino. Eso parece obstaculizar la manera en que el cuerpo maneja el azúcar en la dieta, lo que a su vez puede dar lugar a niveles de azúcar más altos en la sangre. Esta alteración, llamada intolerancia a la glucosa, puede eventualmente conducir a la diabetes.
Algunos expertos que no participaron en el estudio pidieron cautela al momento de interpretar los resultados.
James Hill, experto en obesidad de la Universidad de Colorado, calificó el trabajo como ciencia de la buena. Aún así, en general, “no creo que haya suficientes datos aún para llegar a una conclusión definitiva acerca de los edulcorantes artificiales y la manera en que el cuerpo maneja el azúcar”, escribió en un correo electrónico.
“Ciertamente no creo que haya evidencias suficientes para concluir que son perjudiciales”.
Pero Yanina Pepino, de la Universidad de Washington en St. Louis, dijo que los resultados representan un argumento convincente de que los edulcorantes dificultan la manera en que el cuerpo maneja el azúcar al alterar la flora intestinal. Y se suman a su convicción de que los edulcorantes y el azúcar se deben utilizar con moderación, especialmente en los niños, dijo.
Los investigadores comenzaron probando en 20 ratones tres edulcorantes ampliamente utilizados: la sacarina, que se encuentra en productos como Sweet ‘N Low; la sucralosa, que se vende como Splenda; y el aspartame, en marcas como NutraSweet.
Para obtener información preliminar sobre las personas, los investigadores recurrieron a 381 voluntarios no diabéticos que contestaron un cuestionario que calcula el consumo de edulcorantes artificiales. Los cuarenta participantes que más consumieron mostraron evidencias de niveles más altos de azúcar en la sangre que los 236 que no los consumieron.
En otra prueba preliminar, los investigadores dieron sacarina durante una semana a siete voluntarios saludables que normalmente no consumen edulcorantes. Cuatro mostraron una disminución en su capacidad para manejar el azúcar en el transcurso de la semana. La distribución de sus bacterias intestinales cambió notablemente durante la semana, mientras que la de los otros tres cambió poco.
En general, los resultados sugieren que algunas personas pueden verse afectadas por los edulcorantes artificiales, dijo uno de los investigadores, el médico Eran Elinav del Instituto de Ciencia Weizmann en Rehovet, Israel.
Con información de AP