Las familias sí tienen más dinero, con esos 11 mil pesos, pero pueden comprar menos, van menos al médico, tienen menos seguridad social y se tienen que ir más del país
El sexenio de Primero los Pobres fue trágico: sólo les dieron dinero: 11 mil pesos bimestrales por familia. A cambio, se quedaron en rezago educativo y se fueron de mojados a Estados Unidos, porque perdieron el Seguro Popular y subió el costo de la vida.
De 25 millones con rezago educativo y un millón que se fueron de ilegales, los más pobres fueron los más dañados. En el primer caso: 31.1 por ciento de Chiapas; 29.1 de Oaxaca y 28.8 de Guerrero. En el otro, 11.7 de Chiapas; 11 de Oaxaca y 10.7 de Guerrero.
Aunque hay que insistir en que, eso del dinero, tiene sus grados, eh: los 11 mil pesos bimestrales que registra el INEGI se refieren familias privilegiadas, con tres o cuatro miembros que reciben apoyos. En otras, sólo entra un programas social, de mil 500 pesos.
En efecto, les dieron 11 mil pesos, pero fue una trampa, porque, desde el de Vicente Fox, este gobierno es el de mayor aumento de precios en bienes y servicios esenciales para la subsistencia y bienestar de una familia: eso que llaman “canasta básica”.
El aumento de precios en la canasta básica con este presidente fue de 29.1 por ciento; con Fox, de 27.9; con Felipe Calderón, de 28.6; y con Enrique Peña, de 25.3%, de acuerdo con información del INEGI. En 20 años, cuando resultó más barato vivir fue con Peña.
Pero el golpe peor a los pobres en el gobierno de Primero los Pobres fue en la educación, sector en el que, al igual que en el aumento de precios y en la migración ilegal, esta administración tiene peores números que Fox, Calderón Y Peña.
En la medición del CONEVAL, 20 por ciento (casi un cuarto) de la población mexicana presenta atraso educativo: 25.1 millones. Es el golpe más duro, pues se trata del futuro de las actuales generaciones: así, están destinadas a ser migrantes ilegales o algo peor.
Hay dos áreas que estuvieron más dañadas que la educación desde 2018: la primera, falta de acceso a la seguridad social; la segunda, carencia de servicios de salud. Es decir, 11 mil pesos que alcanzan para casi nada, hicieron olvidar todos los males. Impresionante.
Igualar a tantos millones de mexicanos en pobreza, haciéndolos depender sólo del dinero del gobierno, tiene asombrados a sociólogos y politólogos, pues en el mundo ningún presidente había podido instaurar tan rápido el populismo, como hizo este de México.
En sus números, redujo la pobreza. Aunque es un sofisma. Las familias sí tienen más dinero, con esos 11 mil pesos, pero pueden comprar menos, van menos al médico, tienen menos seguridad social y se tienen que ir más del país.
Pero están felices.