Al final, la elección judicial fue un proceso similar al de las elecciones en Cuba… En ningún momento del proceso, la ciudadanía propuso a candidato alguno
México amaneció este lunes con dos realidades inexorables:
–Un nuevo Poder Judicial, decidido por pocos y votado con listas elaboradas por el gobierno.
–Una situación económica difícil, con 84 millones a quienes no les alcanza el sueldo para fin de mes.
Con la elección, ayer, de todos los niveles del sistema judicial (desde la Corte Suprema de Justicia de la Nación hasta los tribunales locales, pasando por los jueces), México se convirtió en el país que tanto criticó López Obrador:
“En México un grupo ha confiscado todos los poderes. Las instituciones están secuestradas. No hay democracia ni Estado de Derecho”.
López Obrador escribió lo anterior en Twitter, el nueve de noviembre de 2009, pero fue ayer que se hizo realidad: ya Morena, el partido que él creó y que dirige su hijo, confiscó todos los poderes y eliminó las instituciones autónomas.
Al final, la elección judicial fue un proceso similar al de las elecciones en Cuba, con cuyo gobierno Morena firmó el mes pasado un convenio para el intercambio de información. En ningún momento del proceso, la ciudadanía propuso a candidato alguno. Veamos:
La mayoría de Morena en el Congreso, dio a la gente una lista de siete mil 800 candidatos para que seleccionaran dos mil 700, y hasta repartió guías explicativas de por quienes se debía de votar. El propio López Obrador llevo su guía. Una insolencia.
A ese Poder Judicial electo de manera autoritaria, hay que añadir que Morena domina el Congreso gracias a una sobrerrepresentación no ganada en las urnas, sino debido a la extorsión y el chantaje de legisladores y magistrados: una mayoría artificial. Otra insolencia.
El electorado queda como un ente de ojos vendados para no ver; y platillos en las manos para aplaudir. En la politología esa imagen se llama Estado hibrido: El régimen adopta un ropaje democrático, pero ejerce control autoritario sobre la vida política y social.
Junto con el deterioro democrático, México tiene una floja situación económica. Un estudio de México ¿cómo vamos?reveló el viernes que, de enero a marzo, 83.9 millones no ganó lo suficiente para comprar comida y artículos y servicios básicos.
De los ocho billones de presupuesto de que dispone el país para funcionar, el gobierno dedica un billón de pesos a obsequiar efectivo a la población, y ya aumentó el salario mínimo tres meses. Sin embargo, de enero a marzo, medio millón perdió el empleo.
El modelo económico no funciona: sí, el gobierno transfiere efectivo a los ciudadanos, pero la empresa privada no encuentra seguridad jurídica suficiente para sus inversiones: y es la empresa privada la que genera empleos, no el gobierno.
Y seguridad jurídica es lo que faltará desde hoy.