Sin T-MEC ni remesas, los programas sociales se van al caño y esos 9.5 millones regresarán a la pobreza, porque no salieron de la pobreza gracias a tener empleos seguros y bien pagados, sino por dádivas disfrazadas de rútulos de propaganda atractiva
mayo 20, 2025
Son datos del Banco Mundial, eh: López Obrador sacó a 9.5 millones de personas de la pobreza; la cifra más grande de los últimos 40 años. Pero es pan para hoy y hambre para mañana. Porque lo consiguió sin producir nada. Gastó los ahorros del país y pidió prestados 16.7 billones de pesos.
Esos 9.5 millones no salieron de la pobreza gracias a la creación de empleos que les garanticen ingresos estables e independencia individual. Fue gracias a trasferencias de efectivo por parte del gobierno: las familias reportaron recibir 11 mil pesos en la Encuesta Nacional del INEGI.
Y esas transferencias de gobierno pueden continuar hoy, básicamente gracias al manejo político y mediático ante las agresiones de Trump, para que no se enoje y mantenga el T-MEC (350 mil millones de dólares al año) y no ponga impuestos a las remesas (64 mil millones de dólares al año).
Pero el T-MEC será revisado este año y Trump sí impondrá el 5% de impuestos a las remesas, con lo cual Banxico dejará de ingresar cuatro mil millones de dólares por los envíos de los migrantes desde Estados Unidos: esos tres mil millones, en este momento de crisis, valen 100 veces más.
Sin T-MEC ni remesas, los programas sociales se van al caño y esos 9.5 millones regresarán a la pobreza, porque no salieron de la pobreza gracias a tener empleos seguros y bien pagados, sino por dádivas disfrazadas de rútulos de propaganda atractiva: “programas sociales”, “becas”.
Pero este gobierno no tiene el mismo dinero que tuvo López Obrador para sacarlos de la pobreza con transferencias de efectivo a cambio del voto. De enero a abril, los trabajadores sacaron 11 mil 360 millones del Fondo de Retiro de las Afores. La lana ya no cae seguido como antes.
Sheinbaum aceptó recibir este desbarajuste y gasta buena parte del dinero del gobierno para pagar las deudas que contrajo López Obrador en realizar obras gigantescas, que sólo pierden dinero, y que ella podría usar en seguir obsequiándolo a los pobres. Es un círculo vicioso infernal.
Por ejemplo, el Tren Maya tiene una deuda de medio billón de pesos; la refinería de Dos Bocas, de otro medio billón; el desaparecido INSABI, de 300 mil millones; el AIFA, de 150 mil millones; el aeropuerto cancelado en Texcoco, de 300 mil millones; el taponeo de fallas de Pemex, 1.8 billones…
La presidenta tiene que decir que las obras de López Obrador son la octava maravilla del mundo, pero lo cierto es que no sirven para nada: el Tren Maya gasta 700 pesos por cada 100 que recauda, Mexicana de Aviación ingresa 927 pesos por pasajero y gasta cinco mil en trasladarlo.
Pan para hoy y hambre para mañana.