La opinión pública cree cualquier cosa que le haga un poco de sentido. La noticia corrió como salsa verde sobre tacos al pastor, se desparramó por todos lados y se dio por buena, precisamente porque daba un toque picante al mundo de los negocios. No era difícil de creer que una corporación tan ecléctica y … Continued
La opinión pública cree cualquier cosa que le haga un poco de sentido.
La noticia corrió como salsa verde sobre tacos al pastor, se desparramó por todos lados y se dio por buena, precisamente porque daba un toque picante al mundo de los negocios.
No era difícil de creer que una corporación tan ecléctica y exitosa en sus inversiones como Virgin Group fuera capaz de tomar la iniciativa de invertir en el negocio del casual dining. Total, son una empresa que lo mismo tiene líneas aéreas que una marca de vodka o una empresa de telefonía móvil. Al final del día, los famosos Virgin Tacos resultaron ser un borrego, una noticia falsa que los medios nos comimos completita.
No había razón para no creer en la noticia, por lo expresado de ese grupo empresarial y porque el comunicado lucía el logotipo del grupo británico. Además, llegó a las computadoras de las redacciones de los medios en un cable de la agencia informativa del gobierno, Notimex.
Era tan apetitosa la noticia y llegó tan cerca de la hora del cierre de los diarios que simplemente se pulió al estilo de cada redacción y se fue a la imprenta, al aire o a la pantalla de los medios.
Alguien se habrá divertido mucho tomándose la molestia de elaborar todo un plan de engaño para los medios y todos debemos tomar en cuenta la lección aprendida con los tacos que, por ahora, no habrá de preparar ningún británico en México.
Esta clase de periodismo resulta muy oportuna en estos tiempos en donde las redes sociales se han convertido en fuentes de información que no siempre son corroboradas.
Desde cuentas hackeadas hasta mensajes mal intencionados circulan todos los días frente a los ojos de expertos periodistas, pero también de una opinión pública que cree cualquier cosa que le haga un poco de sentido. Y si la noticia incluye alguna responsabilidad gubernamental, más credibilidad obtiene por ese simple hecho.
Hay quien tiene total claridad del mal uso de las redes sociales para calentar a la opinión pública y se ha utilizado nada menos en estos días para generar un ambiente tenso, sobre todo entre los jóvenes, con temas como los normalistas de Ayotzinapa y los presuntos secuestradores asesinados en Tlatlaya.
En estos tiempos en que la credibilidad de muchos medios está cuestionada, las redes sociales son las fuentes de información más frecuentadas por muchos grupos sociales. Desafortunadamente, son mucho más susceptibles a la manipulación a través de esos medios, que no tienen ningún tipo de control.
Bastan unos cuantos miles de bots que repitan en redes sociales una mentira para posicionarla como una verdad y arrojar a la calle a miles de personas indignadas con cualquier historia que convenga a un plan político específico. Ayer los vimos en las calles, lo leímos en el Twitter.
No son pocos los expertos en Goebbels que usan lo mejor de la manipulación para conseguir sus objetivos, independientemente del bando al que pertenezcan.
Los Virgin Tacos nos dieron al final una lección de cómo hasta la información más sabrosa merece ser confirmada antes de lanzar la primera orden con todo a las planas de los diarios.