Abarca tomó la decisión, al enterarse de que los normalistas sabotearían el acto en que su esposa, María de los Ángeles Pineda, presentaría su candidatura para sucederlo en la alcaldía: un caso de nepotismo que es moneda corriente en Morena
Un día después de que Morena se hizo del Poder Judicial, un tribunal absolvió a José Luis Abarca por el secuestro de los 43 normalistas del Caso Iguala. Abarca, quien aparece en decenas de imágenes, abrazado a López Obrador, haciendo campañas.
El ex alcalde de Iguala (por lo que hoy es Morena) es señalado como autor intelectual del asesinato de los 43 de Ayotzinapa: en el último tramo de la presidencia de López Obrador, a Abarca le fue concedido un amparo.
Este buen trato jurídico a uno de los suyos, como es Abarca, es un adelanto de cómo manejará la justicia el nuevo Poder Judicial surgido tras la abstención del 87 por ciento de los mexicanos, y que Morena denominó “Los nuevos guardianes de la justicia”.
Sí: “Los nuevos guardianes de la justicia”. Es llamativa la coincidencia de los rótulos que pone Morena a sus ocurrencias, con los rótulos de muchas organizaciones represivas de los sistemas totalitaristas:
–“Los guardianes rojos”, creados por Mao Zedong en China, durante la Revolución Cultural, para perseguir a los elementos elitistas de la sociedad.
–“Los guardianes del Jemer”, creados por el Partido Comunista de Kampuchea, que llevaron al país a la Edad Media, obligaron a millones a trabajar en granjas comunales en el campo y exterminaron al 25 por ciento de la población.
–“Los guardianes bolivarianos”, creados por la dictadura chavista en Venezuela para generar entre los ciudadanos la sensación de peligro si expresan en la vía pública sus diferencias con el gobierno. Son grupos de choque entrenados para aterrorizar.
–“Los guardianes del Komsomol”, creados en la URSS para adoctrinar a los jóvenes de 14 a 28 años y formar a las futuras generaciones en los ideales comunistas.
–“Los guardianes de cada barrio”, creados en Cuba como Comités de Defensa de la Revolución y se asumen en sus estatutos como los “ojos y oídos de la Revolución”, para ejecutar un papel de vigilancia a cada ciudadano del país.
Pues, en México, “Los nuevos guardianes de la justicia” absolvieron a Abarca por el secuestro de los 43 de Iguala. Sin embargo, las investigaciones determinaron que los jóvenes fueron desaparecidos por orden de Abarca.
Abarca tomó la decisión, al enterarse de que los normalistas sabotearían el acto en que su esposa, María de los Ángeles Pineda, presentaría su candidatura para sucederlo en la alcaldía: un caso de nepotismo que es moneda corriente en Morena.
En la campaña de 2018, Antonio Tizapa, papá de uno de los 43, reclamó a López Obrador sus relaciones con Abarca. El candidato le respondió: “Cállate, eres un provocador”. Un adelanto de cómo silenciaría a todos después, en las Mañaneras.
La nueva justicia.