Minuto a Minuto

Nacional Matan a excomandante de la Agencia Veracruzana de Investigaciones
Juan Adiel García Lezama, excomandante de la desaparecida Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), fue asesinado este sábado
Nacional Semar desmantela 3 laboratorios clandestinos en Sinaloa
La Secretaría de Marina (Semar) detalló que los laboratorios clandestinos localizados en Sinaloa fueron destruidos
Deportes Argentina, con paso perfecto en la Copa América; Canadá hace historia y se clasifica a cuartos
Argentina hizo del Hard Rock Stadium de Miami una fiesta para sumar su tercer triunfo al hilo en la Copa América 2024
Nacional Familiares reportan desaparición de excandidato a alcalde de Siltepec, Chiapas
Noé Verdi González, excandidato por el PVEM a la alcaldía de siltepec, en Chiapas, desapareció desde el 25 de junio
Nacional Tres policías heridos tras manifestación en Embajada de Israel
Personas que realizaban una manifestación en inmediaciones de la Embajada de Israel lanzó cohetones y bombas molotov a policías de cdmx

El PAN, la segunda fuerza política en el país, cometió el desatino ayer de ausentarse en la entrega de constancia de mayoría a Andrés Manuel López Obrador, como ganador de la elección presidencial del pasado 1 de julio, por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Un desaire a la democracia del partido que más luchó por ella desde su fundación en 1929; a contraviento en las siete décadas de la hegemonía del PRI. Sí, es cierto que tampoco asistieron el Verde ni Movimiento Ciudadano, pero esos son partidos sin pedigree democrático: sólo son remedos.

También es cierto que el PAN difundió que le fue negado el acceso a la ceremonia a su enviada, la Secretaria de Organización del partido, Adriana Aguilar. Algo de lo que nadie tuvo conocimiento en el TEPJF. Además de que al evento entró medio mundo.

Pero, en todo caso ¿era la Secretaria de Organización el personaje de nivel indicado para un evento cívico de tal trascendencia? Por favor: el PRI estuvo representado por su presidenta, Claudia Ruiz Massieu; y el PRD por su presidente, Manuel Granados.

El PAN debió de enviar a su presidente, Damián Zepeda, aunque Damián Zepeda es el peor ejemplo de democracia que se pueda encontrar hoy en nuestra política, ya que fue impuesto en ese cargo por Ricardo Anaya, quien antes había dirigido al PAN como si fuera su finca.

Anaya, secundado por sus fuerzas básicas en el partido (el propio Zepeda, Marko Cortés, Adriana Aguilar…) provocó la baja en la organización de panistas de prosapia como Margarita Zavala, Roberto Gil, Ernesto Cordero y otros, hundiendo al partido en liquidación.

Así que el PAN le hizo ayer, al presidente electo, lo mismo que éste le habría hecho si hubiese ganado la elección el abanderado panista. Porque si alguien carece de credenciales democráticas es el hoy presidente electo, quien jamás aceptó una derrota en las urnas en su ya larguísima carrera política.

Aunque la particular visión de la democracia, por parte del presidente electo, es su asunto. Los verdaderos demócratas están obligados a avalar su victoria, que resultó con el 53 por ciento de los sufragios y el bono democrático más contundente que haya recibido un candidato en nuestra historia.

Ayer era el día de los derrotados para mostrar nobleza y compromiso con la institucionalidad. Hacerlo ver, a quien en 2006 no aceptó la derrota y detuvo a la capital del país con un plantón de cuatro meses en Reforma; y en 2012 alegó fraude y mostró como pruebas un chivo, unos pollos, unos manteles.

Y el PAN mostró ayer apatía por la institucionalidad. Le faltaron tamaño y visión.

Por eso, hoy, no es alternativa de nada.