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A casi cinco años de la matanza y quema de los normalistas de Ayotzinapa, la politización del caso, el pataleo de los representantes de los deudos, la ridícula resolución de un tribunal unitario de Tamaulipas, la negligencia de la Fiscalía General de la República y la ligereza procesal del juzgador permitieron la excarcelación de uno de los principales perpetradores del crimen: Gildardo López Astudillo, El Gil.

El MP federal no combatió el amparo que promovió el asesino y lo más cómodo es culpar a la administración peñista, atribuyéndole haber “arrancado” confesiones con tortura. Lo paradójico es que lamenten que quien ordenó el levantón de los estudiantes haya sido liberado y se apresuren a prometer que apelarán y denunciarán tanto al juez como… a quienes integraron las acusaciones y lograron su captura.

Se atribuye a Aixa, madre del último sultán, haberle dicho a su hijo Boabdil ante la pérdida de Granada: “No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”.

El bumerán Gil es un golpe a la memoria de los victimados y a la honra de los que vienen objetando la más acuciosa investigación policiaca en la historia mexicana. En su afán de fabricar su tan ansiada “desaparición forzada”, trastocaron la demanda de verdad y justicia en una virtual defensa de los asesinos.

Ante este nuevo capítulo del caso que emblematiza los usos y costumbres de las bandas del narcotráfico, el vocero de los padres, Felipe de la Cruz, necea: “Siempre vamos a decir que va a ser un crimen de Estado, porque fueron patrullas las que se llevaron a los jóvenes, que según los entregaron a la delincuencia organizada, y eso le corresponde a la nueva comisión…”.

Entre tanto, en Corte duermen más de 100 quejas y observaciones contra la nefasta resolución en Tamaulipas, que desestimó los resultados del protocolo de Estambul sobre tortura, anula la justicia y excluye de responsabilidad a Guerreros Unidos.

Sigue sin surgir siquiera una evidencia que apunte hacia un destino diferente al basurero de Cocula y que tanto escandalizó por haberse presentado como “la verdad histórica”.

Paralelamente, el ex director de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, a quien se debe la recuperación de restos en el río San Juan que permitió la identificación de al menos dos de los estudiantes, no únicamente se le sigue recriminando por haber hecho su trabajo como mejor pudo, sino se pretende retirarle la protección que se otorga a quienes han vivido en el filo de la navaja del servicio público, en este caso participando en averiguaciones y detenciones de compinches de El Chapo Guzmán, Héctor Beltrán Leyva, Enrique Plancarte, La mano con ojos e innumerables otros temibles delincuentes.

… Y sigue desatendida la recomendación de la CNDH para que se envíen más de 100 restos óseos al laboratorio de Innsbruck para su identificación. ¿Por qué tanta resistencia…?