Minuto a Minuto

Internacional Congresista Adelita Grijalva denuncia que le rociaron gas en operativo del ICE en Arizona
La congresista Adelita Grijalva denunció que agentes de ICE la agredieron con gas pimienta en Tucson mientras pedía aclarar un operativo
Internacional Exagente de agencia antidrogas de EE.UU., acusado de conspirar para cometer narcoterrorismo
Un exagente de la DEA, Paul Campo, fue acusado en Nueva York, EE.UU. de conspirar para lavar dinero para el narcoterrorismo
Nacional La FIL presenta el libro ‘Frankenstein’, con arte y talento mexicano apoyado por Del Toro
En la FIL de Guadalajara se presentó un libro que muestra el detrás de cámaras y el trabajo del talento mexicano en 'Frankenstein'
Deportes Liga MX: ¿Cuándo y dónde ver las semifinales de vuelta del Apertura 2025?
Este sábado 6 de diciembre se disputarán los juegos de vuelta de las semifinales del Apertura 2025 de la Liga MX
Economía y Finanzas Analistas disminuyen a 0.4 % la estimación de crecimiento del PIB de México en 2025
Analistas privados bajaron su estimado de crecimiento del PIB de México para 2025 a 0.4 % (desde 0.5 %). El mayor pronóstico es de 0.6 %

Como sabe todo buen católico, Jesús de Nazaret, “fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre, todopoderoso”.

La pregunta es ¿a qué diablos descendió a los infiernos? Me ha contestado esta pregunta  Francisco Quijano, un lector, versado en los misterios de la muerte y la resurrección de Cristo, eso que la doctrina eclesiástica conoce como escatología.

En el año 404 de nuestra era, Rufino de Aquileia dejó constancia de que en el credo romano de entonces no se encontraba todavía “la cláusula: descendió a los infiernos”.

El primer testimonio de algo parecido, es una “confesión de fe” del año 359, escrita por Sirmio (en la Serbia actual), conocida como Credo Fechado. Dice a la letra: “Y nació de María Virgen, y convivió con sus discípulos. …fue crucificado y murió, y descendió a la [región] subterránea, y puso allí orden en todo… Los cancerberos del hades [lo] vieron y se estremecieron; y resucitó de entre los muertos”.

Explica Rufino de Aquileia:

“No es en detrimento ni en desdoro de la divinidad el que Cristo padezca en la carne; antes bien, para que se operase la salvación por la flaqueza de la carne…

“Es como si un rey se dirigiera a una cárcel y, entrando en ella, abriese las puertas, rompiese las cadenas, destruyese las argollas, los barrotes y las celdas, y liberase a los encarcelados. Se dice, pues, que el rey estuvo en la cárcel, pero no en las condiciones de quienes se hallaban encarcelados. Ellos lo estaban para purgar sus penas, él lo estuvo para liberar de las penas”. [Commentarium in symbolum apostolorum, 17]

La explicación de Rufino ha suscitado en mí una duda de teólogo descalzo, que es la siguiente: si Cristo bajó a los infiernos a liberar a quienes ahí estaban, pues acababan de ser redimidos por su muerte, ¿no quiere esto decir que terminó también con el infierno?, ¿que el infierno dejó de existir en ese momento y, por tanto, no existe más, y no hay infierno?

(A los lectores: Día con día regresa a este espacio el 9 de abril)

[email protected]