Elecciones 2024
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Sus camisas negras hacían que destacaran, entre una multitud de camisas blancas, casi unánime. Eran apenas medio centenar de jóvenes, que contrastaban con el resto de los asistentes a la edición 2019 de la Marcha del Silencio que ayer por la mañana tomó un tramo del Paseo de la Reforma.

Los chalecos verdes acudieron a la concentración, con una ruidosa consigna: “¡AMLO renuncia!”. Las camisas negras de esos jóvenes chilangos tenían un palmípedo blanco, circunspecto y ojeroso. “#SeCansoElGanso”, proclama su contingente, mientras el grupo de avanzada porta un lienzo implacable: “Se busca Oposición”.

Paradojas de la 4T: a puertas cerradas, apenas a unos metros de distancia, el PRD celebró ayer tres décadas de existencia. Agotado su modelo de partido-movimiento y sin liderazgos fuertes, ahora clama por una ciudadanización, para preservar su registro como partido político nacional.

En la calle, la catarsis dura 90 minutos. Ese lapso de tiempo tomó al contingente –de 15,000 personas– caminar del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución. En un salón del Fiesta Americana –frente a la Glorieta de Colón– los perredistas asumen que una de sus tareas, en este nuevo régimen, es vigilar a la administración lopezobradorista junto con otras organizaciones de la sociedad civil, según la definición del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo.

¿Partido de izquierda u “observatorio del poder”? Aureoles Conejo es el orador principal en el festejo por el 30 aniversario del PRD. Una fiesta sin presídium en la que la ausencia del coordinador de los senadores, Miguel Ángel Mancera Espinosa, dejó más dudas que certezas.

“La agudización de la violencia y la inseguridad han llegado a niveles inimaginables”, establece el mandatario michoacano, “no podemos seguir entre la incertidumbre y la confusión”. Sus alusiones a AMLO son múltiples y frecuentes, pero nunca mencionará su nombre. Tampoco a Morena. “Quieren de regreso el país de un sólo hombre, de un sólo partido y de una sola visión… algo les debe de sonar”, dijo al millar de perredistas que colmaron el salón donde ocurrió el desangelado festejo.

Abrazar las causas ciudadanas y esquivar las pugnas internas, es la fórmula propuesta por el gobernador de Michoacán para iniciar la reconstrucción del PRD. En el terreno tricolor aplica lo mismo, cree el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero, quien participó en la marcha del silencio.

De jeans y camisa blanca, sin gafas oscuras o sombreros de palma, el exfuncionario peñista se erigió en uno de los más nítidos críticos del gobierno lopezobradorista, tras de la cancelación del NAIM en Texcoco. De la Madrid, sin embargo, ha quedado marginado en la definición de la nueva dirigencia del PRI.

Priista por convicción, más que por herencia; prospecto a la candidatura presidencial, a finales del 2017, su cercanía al expresidente es el principal escollo a sus aspiraciones partidistas. Igual sucede a Aurelio Nuño, exsecretario de Educación y excoordinador de la campaña de José Antonio Meade.

El priismo se prepara para una batalla campal, entre rudísimos: la nomenklatura salinista respaldaría al exsecretario de Salud, José Narro Robles; mientras que los exgobernadores Ivonne Ortega y Ulises Ruiz encarnarían a una facción rebelde que coincidiría con el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, en la demanda de elecciones abiertas.

Esta tarde, convocado por la presidenta del CEN y también exsecretaria peñista, Claudia Ruiz Massieu, sesionará el Consejo Político tricolor para definir sobre el método de elección de la nueva directiva partidista. La consulta directa a las bases había sido aprobada en una sesión anterior, el pasado 27 de febrero, pero precarias finanzas del partido serían determinantes del esquema, ante la imposibilidad del partido para sufragar los 230 millones de pesos que el INE requiere para montar 15,000 centros de votación.

Ortega, Moreno y Ruiz advirtieron sobre la intención de Ruiz Massieu de cambiar el método, so pretexto de la bancarrota partidista… aunque están enterados de la gestión de un crédito hipotecario –con Banorte– que además de solventar el gasto corriente de la nueva dirigencia, permitiría construir una nueva biblioteca en la sede tricolor, con 280 millones de pesos.

Un cambio en el método de elección obligaría a una radicalización de los rebeldes.

EFECTOS SECUNDARIOS

IRRUPCIONES. El rescate de Pemex –interpretó la prensa fifí– justificaría el último ajuste a la nómina de la Cuarta Transformación. El memorándum presidencial del pasado viernes 3, empero, refuerza que para AMLO, primero son los pobres. Y que la concreción de su plan sexenal se materializará a través del combate a la corrupción para orientar recursos hacia los programas integrales de desarrollo. La gestión de los programas para el desarrollo, definió el Ejecutivo federal, quedará a cargo de los delegados estatales del mismo, por lo que las dependencias federales deberán eliminar a los altos mandos y al personal de confianza. La instrucción presidencial –que tendrá efectos inmediatos– y materializará la estructura coordinada por Gabriel García Hernández. Los súper delegados van, y con mayor poder. Y la fusión de las antiguas delegaciones estatales servirá para consolidar una estructura con el personal operativo que mantendrá sus plazas y los cuatro encargados de las áreas, en la réplica del gabinete federal.

PUNTO CRÍTICO. Standard&Poor’s Global Ratings redujo la calificación al Grupo Radio Centro y colocó al conglomerado radiofónico de Francisco Aguirre en su listado de revisión especial (CreditWatch), ante la posibilidad de que incumpla con las restricciones financieras impuestas por los tenedores de los certificados bursátiles, el año pasado. El próximo lunes 13, Radio Centro celebrará una asamblea en la que se definirá su situación financiera.