Es la cruz de la parroquia del castrochavismo: hunde a los países con sus gobiernos represores de las libertades individuales y de empresa…
Él, que gusta de los refranes, está en su relación con Estados Unidos y el eje castrista como “la vaca de dos amos, que ni da leche ni come grano”. Dice que Estados Unidos se cree “el gobierno del mundo”, pero le pide que salve de la crisis al populismo argentino.
Dijo que 21 de marzo que “Estados Unidos se cree el gobierno del mundo, ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”. Pero ayer le pidió a esos mismos Estados Unidos “que ayude al gobierno de Argentina a salir de su crisis económica y financiera”.
Al igual que la de Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Perú, Honduras, Brasil y otros países de la región, el gobierno de Argentina tiene su conducción en La Habana, desde que en 2003 el castrochavismo llegó al poder, con los gobiernos del matrimonio Kirchner.
Después de dos décadas, Argentina se encuentra en ruinas, al igual que Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Perú, Honduras, Brasil y tantos países de la región subordinados a la dictadura castrista, que los desangra para que en la isla sobreviva el estalinismo.
Así que, esta semana, el presidente mexicano y sus amigos del bloque cubano escribieron una carta al presidente de Estados Unidos para que le dé lana al gobierno castrochavista argentino, considerado por los bancos internacionales un “cliente sin solvencia”.
Pero ¿cómo se convirtió Argentina en un país desarrapado, siendo que, antes del desastre populista, Argentina tenía un PIB per cápita de cinco mil 786 dólares, seguido por Estados Unidos y Bélgica? Era una potencia económica mundial.
Todo empezó cuando el padre del populismo latinoamericano, el dictador argentino Juan Domingo Perón, escribió: “Este gran hombre que es Benito Mussolini sabe lo que quiere y conoce bien el camino para llegar a ese objetivo”.
Y en la admiración por el criminal Mussolini se parece a Perón el presidente mexicano, quien dijo en la ONU el 22 de agosto de 2020: Fue tal la fama de Benito Juárez, que Benito Mussolini lleva ese nombre porque su papá quiso que se llamara como Benito Juárez”.
Mussolini destrozó la democracia en Italia hasta que fue restablecida, tras la Segunda Guerra Mundial: las elecciones consistieron en consultas populares sobre una lista única elaborada por él. El Congreso sólo aprobaba las leyes que enviaba él.
Pero por algún entra el agua al coco, aunque corra un siglo: Perón nacionalizó el Banco Central y las líneas férreas en 1946, que pertenecían a empresas británicas y francesas. Ah, pero hoy, su discípulo populista llora miseria a Estados Unidos.
Es la cruz de la parroquia del castrochavismo: hunde a los países con sus gobiernos represores de las libertades individuales y de empresa…
Para después culpar a otros.