Él ya decidió: no va a perder el poder. Salga el sol por donde salga
Dijo la cifra a su estilo: diciendo lo que piensa sin pensar lo que dice. Pero el presidente calculó ayer que tiene 25 millones de mexicanos en contra. Le aterra esa cifra, aunque es muy menor a los que de verdad tiene en contra. ¿Por qué? Porque así pierde. Por eso quiere destazar al INE.
Él sabe que tiene 15 millones de votos cautivos, y que, con sus programas sociales, sólo ganó siete millones más; aunque esos siete millones son veleidosos y lo querrán mientras les regale lana. Son tan veleidosos como los 15 millones extra que le cayeron en 2018.
Recordemos que ganó con 30 millones de votos, y la mitad salieron de la clase media, que en 2006 y 2012 lo despreciaba. Desde 2006, tiene 15 millones de votos seguros. Y con 15 millones no gana. Veamos:
–En 2006: obtuvo 14 millones 756 mil 350 votos
–En 2012: obtuvo 15 millones 848 mil 827
–En 2018: obtuvo 30 millones 113 mil 483
–En las intermedias de 2021: obtuvo 16 millones de votos.
–Revocación de Mandato 2022: obtuvo 15 millones 159 mil 323
Pero a los clasemedieros que lo votaron en 2018 (y lo hicieron ganar) los ofende llamándolos egoístas y defensores de un narcoestado; y les vacía los bolsillos con sus medidas contra la propiedad privada, que sacaron a seis millones de la clase media.
Y el dinero que regala no le alcanza, porque sus funcionarios se lo roban por el camino. Gasta en dádivas la mitad del Presupuesto Nacional Anual, que es de ocho billones de pesos, pero aún así hay más pobres que en 2018, y a la vez arruina a México por varias generaciones.
Para mantener sus programas de dinero regalado, ha pedido al Banco Mundial tres mil 855 millones de dólares: 57 por ciento arriba de los dos mil 462 millones de dólares registrados en toda la gestión de Enrique Peña. Hablando en plata, como él, esto es pan para hoy y hambre para mañana.
Por ejemplo, en el Presupuesto 2023, del bolsillo de quienes pagan impuestos saldrá el billón de pesos para pagar los intereses que paga por la deuda contraída para cubrir sus programas sociales.
O sea, sólo en los intereses de su deuda, supera tres veces lo que destina a su programa social estrella: la Pensión de los Adultos Mayores, al cual cayeron 338 mil millones de pesos este año.
De ahí que el único asunto de Estado que tiene el presidente es destazar al INE, quitándole dinero para que no pueda funcionar de manera adecuada, e imponiendo consejeros electorales casi analfabetas, manipulados desde la Secretaría de Gobernación.
Él ya decidió: no va a perder el poder. Salga el sol por donde salga.