Es decir, estas dos decisiones de Estado del presidente sólo han impulsado la violencia en uno y otro caso: abrir la puerta a los espías rusos no ha servido para apaciguar la guerra; y no combatir a los cárteles ha provocado más muertos
Así como James Wormold es nuestro hombre en La Habana, en la novela de Graham Greene, el actual presidente de México es el hombre de Moscú en México, al convertir a la CDMX en el nido de espías rusos más grande del planeta.
En contraste, el presidente de México reformó al vapor la Ley de Seguridad Nacional para que los espías de la DEA que vienen a vigilar a los cárteles de la droga, firmen un libro haciendo saber que son espías, y digan qué y a quiénes espían, y lo que encuentran.
Amas decisiones de Estado del presidente de México se entienden por su postura ideológica, similar a la del dictador ruso, si se tiene en cuenta que:
–En el caso de los espías rusos, su actitud es favorable a Rusia en la invasión a Ucrania, al no imponer sanciones económicas a Rusia y negarse a venderle armas a Ucrania.
–En el caso de la lucha contra los cárteles de la droga, su actitud es de apoyar el acercamiento pacífico a esos grupos y de frenar la acción del Ejército en su contra, bajo el lema de “Abrazos y no Balazos”.
Volodímir Zelenski, presidente de ucrania, cree que la postura del presidente de México es prorrusa, pues “busca mantener a millones bajo ocupación, aumentar los entierros masivos y dar tiempo a Rusia para renovar las reservas ante la próxima ofensiva”.
Durante la gestión del actual presidente van 159 mil 387 asesinatos por la violencia de los cárteles: cuatro mil más que durante todo el gobierno anterior. Pero el presidente dice que “estoy absolutamente convencido que no se puede enfrentar la violencia con violencia”.
Es decir, estas dos decisiones de Estado del presidente sólo han impulsado la violencia en uno y otro caso: abrir la puerta a los espías rusos no ha servido para apaciguar la guerra; y no combatir a los cárteles ha provocado más muertos.
Como sea, el editorial del domingo en The Wall Street Journal dejó en claro que dónde más espías rusos hay en el mundo es en México, gracias al trabajo de Nikolai Patrushev, Secretario del Consejo de Seguridad ruso y uno de los confidentes más cercanos de Putin.
Escribió el diario: “Putin y Patrushev tienen una relación que data de la década de 1970, cuando ambos eran agentes de la KGB. Se le atribuye haber llevado a Putin al poder y se le ha llamado su sucesor más probable”
A ese nivel está la relación del presidente de México con Rusia: un paso adelante, pues trata el tema de los espías con el más probable sucesor de Putin. Mientras con Biden, tardó más de un mes en reconocer su triunfo.
Un juego peligroso.