El contacto de Maduro con Ignacio Ovalle, entonces director de Segalmex, era su prestanombres Alex Saab, quien estuvo preso dos años en Miami, por ocho acusaciones de lavado de dinero y de instrumentos monetarios
La amistad con Cuba y Venezuela es más onerosa cada vez para México: ahora la Cámara de Representantes de EU aprobó la Ley Bolívar, que prohíbe contratar empresas o personas que tengan negocios con Venezuela.
Antes, el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos negó por segundo año consecutivo un crédito de 800 millones de dólares a PEMEX por sus donaciones de 20 mil barriles de petróleo diario a Cuba.
La Ley Bolívar fue propuesta por los senadores Marco Rubio, próximo Secretario de Estado; y Mike Waltz, próximo Asesor de Seguridad Nacional. Ahora es contra empresas y personas de EU, pero su idea es convertirla en trasnacional, como la Ley Torricelli.
La Ley Bolívar debe de haber pendido alertas en Alimentación para el Bienestar, el nuevo nombre que dio la presidenta Claudia Sheinbaum a Segalmex, el organismo donde desfalcaron 20 mil millones de pesos, durante el sexenio pasado.
Porque Segalmex montó una red con Maduro para contrabandear petróleo venezolano por alimentos vencidos, que eran vendidos por el dictador a bajos precios a sus seguidores políticos. La operación se realizó a través de jóvenes empresarios mexicanos.
El entramado se Segalmex y Maduro evadió las sanciones impuestas por Estados Unidos a la cúpula chavista, por capturar el órgano electoral, robarse las elecciones presidenciales, asesinar a cinco mil 94 opositores y encarcelar sin juicio a tres mil 479.
La red comercializó también carbón y aluminio, moviendo millones de dólares por todo el mundo sin apenas dejar rastro, al estilo de los grandes cárteles. Segalmex utilizó mayormente a la empresa mexicana Libre a Bordo, del joven empresario Joaquín Leal.
El 18 de junio de 2020, el Departamento del Tesoro estadounidense sancionó a Libre Abordo y a Joaquín Leal por falsear la venta de 210 mil toneladas de maíz mil camiones cisterna de agua potable en 200 millones de dólares.
A su vez, el contacto de Maduro con Ignacio Ovalle, entonces director de Segalmex, era su prestanombres Alex Saab, quien estuvo preso dos años en Miami, por ocho acusaciones de lavado de dinero y de instrumentos monetarios.
Según Mexicanos contra la Corrupción, Saab hizo desde aquí transacciones millonarias con petróleo venezolano y transportó toneladas de alimentos, por 64 millones de dólares, a través de empresas fantasma, paraísos fiscales y compañías mexicanas.
Como sea, la nueva legislación estadounidense, que prohíbe operaciones y arrendamientos “con el Régimen Autoritario Ilegítimo de Venezuela, le pega a uno de los principales aliados ideológicos del gobierno mexicano.
Quiere decir que ahora, como a Cuba, la 4T tendrá que ayudar a Venezuela: una carga más. Por lo pronto, la del petróleo a Cuba, que ya le costó perder 180 millones en créditos del gobierno estadounidense en 2023 y 2024.
Salen caros.