La DEA asegura que los cárteles meten al sistema financiero formal de México el dinero sucio, ocultando la ruta mediante transferencias electrónicas, cuentas de negocio legítimas y depósitos con compañías de remesas
Lo primero que hace pensar en que el Cártel de Sinaloa mueve, a través de las remesas, sus ganancias por la venta de drogas en Estados Unidos, son los datos de la misma encuesta del INEGI que avala los programas sociales del presidente: así de simple.
En la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares del INEGI, las familias reportan recibir 10 mil 928 pesos en transferencias del gobierno, mediante de lo que INEGI considera “derechos sociales”, y el gobierno denomina “programas sociales”.
En esa misma encuesta, en total llegan a los hogares mil millones y medio de dólares en remesas, de 44 mil millones que según Banco en México enviaron los migrantes desde Estados Unidos: apenas 4.4 por ciento del total ¿Dónde quedaron los otros millones?
Los datos son de risa loca, porque, por ejemplo, en la alcaldía Álvaro Obregón, en la CDMX, sólo cuatro mil 175 hogares reportaron recibir remesas. Pero a esa alcaldía llegaron 442 millones de dólares en remesas: o sea, más de 100 mil dólares al año por hogar.
La DEA asegura que los cárteles meten al sistema financiero formal de México el dinero sucio, ocultando la ruta mediante transferencias electrónicas, cuentas de negocio legítimas y depósitos con compañías de remesas.
Se trata de un mecanismo que explica muy bien quien será anfitrión del presidente mexicano en septiembre: Gustavo Petro, presidente de Colombia: “Nuestro peso se devaluó, porque los dólares de la cocaína ahora se quedan en México”.
Petro argumenta que los dólares de la cocaína ya no llegan a Colombia, porque se quedan aquí, como “la evidencia de una realidad económica”. De ahí se entiende su estrategia de Estado de pactar con los cárteles del narcotráfico.
Y la DEA asegura que los cárteles usan la estructura de envío de las remesas para para lavar el dinero de la droga, mediante transferencias electrónicas, cuentas de negocio legítimas y depósitos con compañías de remesas.
Un sicario recluta a amas de casa, jóvenes y trabajadores mexicanos sin papeles, y les ofrece una comisión de 15 por ciento por cada trasferencia no mayor a mil dólares ni menor a 300, a la persona que le indiquen en México.
Donde más dinero del crimen organizado decomisa la DEA es en California, Nueva York, Texas, Georgia, Florida, Ohio, Arizona e Illinois, que es donde hay mayor presencia los cárteles de Sinaloa, de Familia Michoacana, de Los Zetas y Jalisco Nueva Generación.
Sin embargo, datos, encuestas e investigaciones chocan contra la labia infalible del presidente: “Son incapaces de aceptar que los paisanos son gene humilde y trabajadora, que no se olvidan de sus familiares en México”.
Un discurso de buenismo populista muy barato, pero eficaz.
A ver, túmbenle esa.