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Con la vaca venezolana casi deslechada tras 24 años de colonialismo extractivo, Cuba empieza a deslechar a México: por eso viene este sábado el gobernante designado cubano Díaz-Canel, pues necesita que el presidente mexicano le regale más dinero.

Le tocó al canciller Ebrard anunciar la visita del tirano de la isla, donde existe el mayor número de presos políticos en el continente, y el segundo mayor del planeta, apenas superado por China. Sólo que Cuba tiene 11 millones de habitantes, y China mil millones.

Sería un buen momento para que el presidente de México demuestre que el “humanista” que dice ser, y pida a su mantenido liberar a Juan Bermúdez, Alonso Estrada y Bartolo Echeverría, presos en la isla por pescar en una laguna, lo cual está prohibido.

Pero lo más seguro es que le regale más dinero, a través de convenios patito, como la compra de 200 mil toneladas mensuales de piedra “rajón” para la construcción de tramos del Tren Maya, aunque ese tipo de piedra es común en México.

O el pago de 10 mil 700 dólares mensuales por cada uno de los 500 médicos que tiene contratados como esclavos, pues éstos reciben solamente 220 dólares, y sólo al regresar, lo cual viola el artículo 23.3 del T-MEC, que prohíbe el trabajo forzoso u obligatorio.

El presidente compró también nueve millones de dosis de la vacuna cubana anticovid, en verdad un placebo, pues Cuba se niega a que a que sea revisada por laboratorios externos, como aceptaron Moderna, Pzifer/BioNTech, AstraZeneca, Sinovac, Novavax.

La relación del actual gobierno mexicano con la tiranía cubana repite el esquema de circulo vicioso del gobierno mexicano con al menos 22 millones de sus gobernados, que es regalarles pescado en lugar de enseñarlos a pescar.

Hoy, en millones de familias mexicanas entran hasta 10 salarios mensuales en lana regalada. En las que menos entra, llega al menos el dinero de una beca, gracias al billón 170 mil millones de pesos que el gobierno pidió prestados para regalarlos en 2023.

A Cuba también le regala, en lugar de hacer negocios con la isla y crear empleos aquí, con la instalación de una planta de vacunas como la Pentavalente, que inmuniza con una dosis la difteria, tétanos, tosferina, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo B.

La tiranía cubana lleva años tratando, sin éxito, que algún gobierno mexicano le permita instalar aquí esa planta. El actual gobernante mexicano, tan pro castrista y cheguevarista él, tiene la gran oportunidad de ayudar así a sus guías cubanos.

Sin embargo, prefiere funcionarles como vaca lechera, al igual que les funcionó Venezuela, hasta casi quedar deslechada y tan pobre como la propia Cuba.

Y México va por el mismo camino.