La actual política gubernamental de dinero regalado, mediante programas sociales, es tan simple y vacua como el lenguaje que usa el presidente para comunicarse con sus fieles
La actual política gubernamental de dinero regalado, mediante programas sociales, es tan simple y vacua como el lenguaje que usa el presidente para comunicarse con sus fieles: es pan para hoy y hambre para mañana. Y ya sembró un desastre descomunal.
Un desastre, porque el gobierno está pidiendo prestado para poder regalar ese dinero, a cambio de poder mantener la presidencia en 2024. La deuda de este gobierno amentó 127 por ciento; mientras con Peña fue de 19.3 y con Calderón de 56.2 por ciento.
Hay millones de familias mexicanas a las cuales les entran, hoy, hasta 10 salarios mensuales en lana regalada del gobierno. En las que menos entra, llega al menos el dinero de una beca. Y son 22 millones de mexicanos beneficiados de esa manera.
Es dinero pedido prestado para regalar: habrán que pagarlo mañana y no tendrán más para regalar. A esos 22 millones les importa un bledo el mañana, porque su lema es “Dios provee”, que se parece al del presidente, con su “donde come uno comen dos”.
Por eso, es un desastre cantado. Porque, peor aún, ese dinero prestado para regalar (un billón 170 mil millones de pesos en 2023, según Hacienda) no alcanza ni en las suertudas familias donde llegan juntos todos los programas sociales cada mes.
Terrible, pues tampoco alcanza el dinero regalado que les llega de Estados Unidos en remesas de paisanos: 58 mil millones de dólares. Las familias mexicanas más pobres están retacadas de lana regalada. Pero es lana que esas familias no se ganan con empleos.
Pero no les alcanza: aun regalando lana adentro, y recibiendo lana regalada de afuera, México registra con este gobierno los mayores niveles de pobreza en seis años: la gente con carencias graves pasó del 42 por ciento al 44 por ciento, según Coneval.
Y prefieren huir del país, aunque mueran en el intento: al tratar de cruzar a Estados Unidos, muere un migrante a diario, a veces dos, y la mayoría son mexicanos. Sólo por el cruce de Tijuana a San Diego, murieron 42 migrantes mexicanos el pasado año.
Ah, y de donde más huyen del paraíso del dinero regalado del gobierno es, paradójicamente, de donde más dinero regala el gobierno y que son, además, los que más visita el mandatario, para anunciar más dinero regalado, a cambio de votos en 2024.
El registro oficial indica que, de donde más escapan para buscar mejor vida en Estados Unidos, es de Chiapas (11.5 por ciento de los detenidos en la frontera estadounidense), Oaxaca (11 por ciento) y Guerrero (10.7 por ciento).
Prefieren tomar la lana regalada aquí, para largarse y buscarla donde tienen que ganársela a sangre, sudor y lágrimas.
Un drama.