Son varias familias, con padres, hijos, hermanos, sobrinos y tíos que están ubicados en la burocracia de las diferentes secretarías del gobierno federal, con 100 millones de pesos en sueldos
El cacique de Morena en Jalisco, Carlos Lomelí, encarna estos primeros cuatro años y siete meses de populismo castrochavista en México: clanes familiares que controlan los puestos clave de la burocracia del país, y amor y paz con el crimen organizado.
Como superdelegado de Morena en Jalisco, Lomelí dirigió una red farmacéutica que, en seis meses, recibió más de 164 millones de pesos en contratos federales, más otros por 36 millones de pesos con el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.
Además, Carlos Lomelí libró cargos en una investigación por narcotráfico en su contra en Estados Unidos, entregando bienes por 2.7 millones de dólares: la DEA lo acusó de vender precursores químicos al Cártel de El Chapo Guzmán.
Sí: el aspirante de Morena a gobernar el estado base del Cártel Jalisco Nueva Generación, personifica a un grupo político que copa con familiares los cargos públicos, y que su política de gobierno para enfrentar a la delincuencia es respetar y abrazar a los sicarios.
La aventura más reciente de Carlos Lomelí la trae Latinus: Claudia Sheinbaum le compró 165 millones de pesos en fentanilo, medicinas y material hospitalario a una empresa de su propiedad, y suspendida para recibir contratos de gobiernos.
¡Fentanilo! No olvidemos que un anestesiólogo de Baja California, Gustavo Aguirre, está procesado por haber adquirido fentanilo a una farmacia de Jalisco, para tratar a sus pacientes. Ahora la PGR lo acusa de posesión ilegal y podría ir 10 años preso.
Según una narración que compartió en sus perfiles de redes el doctor Aguirre, junto con el paquete de Fentanilo le cayeron, en su casa, más de 10 patrullas, agentes de la Marina, agentes de la FGR, policías, perros y hasta un dron.
Así es: el fentanilo es lumbre. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios suspendió a más de 20 farmacias en Quintana Roo, por vender medicamentos que contenían Fentanilo. Sin embargo, la CDMX sí se lo pudo comprar a Carlos Lomelí.
La verdad es que el historial de Carlos Lomelí
convierte en papel mojado buena parte del discurso anticorrupción de este gobierno, pues es el zar de una red de empresas de venta de medicamentos dirigidas por su esposa y tíos de ésta, sus hijos, su exesposa…
Es el sino de familias empoderadas en la actual administración: 24 Horas publicó que el clan de Octavio Romero tiene 11 parientes como funcionarios de Pemex cobrando 11.3 millones de pesos anuales, y también tiene familiares en Salud y en el DIF nacional.
Son varias familias, con padres, hijos, hermanos, sobrinos y tíos que están ubicados en la burocracia de las diferentes secretarías del gobierno federal, con 100 millones de pesos en sueldos.
De esa manera están transformando a México.