El anuncio de Estados Unidos coincidió con el desafortunado síncope que mantuvo al presidente tres días en cama. Un anuncio que él considera: “Intromisión abusiva”
El último gran coraje del presidente, antes de irse del aire por más de 72 horas, debido a un desmayo, fue porque Estados Unidos había anunciado la manera en cómo llevó a la mayor ofensiva judicial de la historia, en contra del cartel de Sinaloa, y de Los Chapitos.
Colérico, enardecido, enfebrecido, a gritos, el presidente consideró la infiltración de la DEA a Los Chapitos “una intromisión abusiva y prepotente, que no debe aceptarse bajo ningún motivo”. Al día siguiente, se desvaneció y tuvo un desmayo.
Lo que encabritó al Jefe de Estado mexicano fueron grabaciones secretas, recompensas millonarias y traiciones familiares y de viejos socios y soplones que consiguió Estados Unidos para tender un cerco judicial contra los tristemente célebres criminales.
Su molestia se debe a que Estados Unidos grabó en secreto dentro del territorio mexicano a Los Chapitos y sus cómplices: o sea, los grabó donde operan para introducir drogas en Estados Unidos. Para el presidente se trató de “una intromisión abusiva”.
Cólera más o desmayo menos del mandatario mexicano, el caso es que el anuncio del cerco judicial contra el cártel de Sinaloa lo hicieron, juntos, los altos mandos de DEA, el FBI, Migración y el fiscal general de Estados Unidos.
¿Cómo consiguieron el cerco judicial contra cuatro hijos de El Chapo y 24 colaboradores para acusarlos ahora de delincuencia organizada, asesinato, narcotráfico, torturas, portación ilegal de armas y lavado de dinero?
Con una operación desde 2008, y gracias a traiciones de familiares, antiguos socios y espías, con cuya información hay armado un expediente judicial de 130 páginas, donde se lee que Los Chapitos echan a sus enemigos a unos tigres para que éstos se los coman.
Y que tienen laboratorios clandestinos para traficar el fentanilo que mata por sobredosis a 100 mil estadounidenses al año, con un corredor panamericano de tráfico de drogas que va desde Perú hasta Estados Unidos.
Las acusaciones contra Los Chapitos se encuentran en las cortes del Distrito Norte de Illinois (en la zona metropolitana de Chicago), el Distrito Sur de Nueva York (Manhattan) y el Distrito de Columbia (Washington D.C.).
Y están basadas no solamente en las declaraciones de criminales que aprueba el presidente mexicano en el caso de la condena de culpabilidad a su enemigo político García Luna, sino también en montañas de hechos, pruebas, grabaciones y filmaciones.
Además, ya Estados Unidos tiene órdenes de arresto, acuerdos de culpabilidad, negociaciones para facilitar las delaciones y transacciones de sentencias. Los espías y los soplones se colocaban micrófonos en el cinturón y grabaron decenas de horas de reuniones.
El anuncio de Estados Unidos coincidió con el desafortunado síncope que mantuvo al presidente tres días en cama. Un anuncio que él considera: “Intromisión abusiva”.