Es el propio presidente mexicano quien trae el tema, mostrándolo como un caso de mal manejo administrativo que, por supuesto, lo es, pues se trata del hoyo negro de las finanzas en la autollamada Cuarta Transformación
El régimen quiere hacer ver el desfalco en Segalmex, como uno más en un régimen de desfalcos. Pero la grandísima estafa en Segalmex es peor: se trata de una operación secreta del gobierno mexicano con la dictadura de Venezuela, en contra de Estados Unidos.
Es el propio presidente mexicano quien trae el tema, mostrándolo como un caso de mal manejo administrativo que, por supuesto, lo es, pues se trata del hoyo negro de las finanzas en la autollamada Cuarta Transformación.
Pero el presidente tuvo que entrarle para (al estilo Fidel Castro con los casos de narcotráfico en Cuba de los ochenta) avisar a Estados Unidos que él es ajeno, aunque el jefe de Segalmex durante el desfalco, es un hombre de sus confianzas, y al cual protege con celo.
Con Ignacio Ovalle a cargo, en Segalmex se perdieron 15 mil millones de pesos. Sin embargo, Ovalle fue removido del cargo para uno mejor, en la Secretaría de Gobernación, muy cerca del secretario y notorio precandidato presidencial de Morena.
Ajá: se robaron 15 mil millones de pesos, sin más consecuencia que la promoción del director a un puesto en Segob, aun cuando es el doble del dinero atribuido por este gobierno al desfalco conocido como la Estafa Maestra, en el gobierno pasado.
Aunque el pavor se debe a el dictador venezolano Nicolás Maduro y Segalmex hicieron jugosos negocios contra de los Estados Unidos, lo cual provocó que esté preso en Miami Alex Saab, quien es el sujeto que representó a Maduro en las transacciones.
En 2019 y 2020, Saab compró en México alimentos por 64 millones de dólares y se los envió a Maduro, quien a su vez se los vendió a sobreprecio a los venezolanos, a través de sus programas sociales de compra de votos.
Lo que sabe hoy estados Unidos es que Segalmex y Saab crearon un entramado que movió millones de dólares por puertos, aeropuertos y bancos de todo el mundo sin apenas dejar rastro, evadiendo las sanciones impuestas por Estados Unidos a la dictadura de Maduro.
Ahora, lo que no sabe Estados Unidos, pero lo está investigando con la ayuda de Saab, es cuál era el nivel de conocimiento que el régimen mexicano tuvo de las operaciones que hicieron con Maduro los funcionarios de Segalmex y empresarios mexicanos.
Al hablar de Segalmex, el presidente tuvo un lapsus y mencionó a la DEA: “Andan buscando que nosotros actuemos mal en el caso de Segalmex, pero esto no es de la DEA no se toca”. ¿A santo de qué mencionó a la DEA?
Ah, pues muy sencillo: Resulta que Alex Saab, el prestanombres de Maduro, es colaborador de la DEA.
Y sepa Dios lo que está diciendo allá.