Únicamente instaló 16 casillas en zonas geográficas cercanas a la CDMX para decidir la cancelación de un aeropuerto que se construía a 20 kilómetros de la CDMX, y para sustituirlo por otro situado a 38 kilómetros de la CDMX: sólo que, éste, es suyo
Pidió opinión a sus especialistas sobre el aeropuerto de Texcoco. Le sugirieron continuar la obra, pero decidió no continuarla, tras una consulta en la que no puso casillas en Texcoco, pero instaló 42 casillas en los altos de Chiapas, a mil kilómetros del aeropuerto.
Salvo con su deseo de destazar al INE y mandar al diablo las instituciones, planteado desde 2006, el presidente jamás había sido tan sincero, como ahora, al admitir que los miembros del gabinete son floreros a los que ve, pero no escucha.
Fresco como una lechuga, cuenta:
Me entregaron el dictamen en la tarde y coincidían que debíamos continuar con el aeropuerto de Texcoco. No dormí porque no estaba yo convencido, así que dejé la última palabra a la gente, con una consulta y dice la gente: ‘No al aeropuerto de Texcoco. Sí al Felipe Ángeles’. El pueblo nos sacó del hoyo.
¿Sí?: ¿Consulta?, ¿Gente?, ¿Pueblo? ¿‘No al aeropuerto de Texcoco. Sí al Felipe Ángeles’?… ¿De verdad? Bueno, veamos si eso es verdad:
Hay que recordar que canceló el aeropuerto de Texcoco con otra consulta en la que participó apenas el 0.1 del padrón electoral del país, y marcando el dedo de los votantes con colorante para eliminar hongos de los pies.
Incumplió con los trámites organizativos, legales y constitucionales para tirar una obra que estaba avanzada en un 30 por ciento, y por cuya cancelación en estos momentos el Estado mexicano paga 331 mil 966 millones en indemnizaciones.
Morena instaló las casillas, contó los votos y dio los resultados. En la consulta participó únicamente el 0.1 por ciento de los 193. 93 millones 528 mil 473 ciudadanas y ciudadanos que integran la Lista Nominal de Electores.
Tomó una decisión que afectará a generaciones de mexicanos en los próximos 50 años, consultando sólo al 0.1 por ciento del padrón electoral, siendo que había ganado la elección presidencial, con el 41 por ciento del padrón electoral.
Además, él mismo seleccionó los 538 municipios para instalar las casillas, cuidando que fueran lo más alejado posible de Texcoco, en el Estado de México, que era donde se estaba construyendo el aeropuerto y que era la zona que más se beneficiaría de la obra.
No instaló ninguna casilla en el Estado de México, donde está Texcoco, pero instaló 42 casillas en Chiapas, a casi mil kilómetros de distancia. Además, instaló nueve de Campeche, dos en Baja California Sur, cinco en Baja California y dos en Aguascalientes.
Únicamente instaló 16 casillas en zonas geográficas cercanas a la CDMX para decidir la cancelación de un aeropuerto que se construía a 20 kilómetros de la CDMX, y para sustituirlo por otro situado a 38 kilómetros de la CDMX: sólo que, éste, es suyo.
Un hombre sincero.