Elecciones 2024
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Cuando se tiene razón, defenderla es una obligación.
Florestán

Conocí a Agustín Carstens hace muchos años y desde entonces le profeso respeto, admiración y amistad. Es un tipo extraordinario del que hay muchísimo qué decir.

Licenciado en economía con mención honorífica en el ITAM en 1982, obtuvo maestría y doctorado por la Universidad de Chicago, siendo profesor de ambas instituciones.

Su carrera inició en 1980, a los 22 años, en el Banco del México y ha sido el mexicano que ha ocupado el más alto cargo en el Fondo Monetario Internacional, subdirector gerente, el número dos, posición a la que se fue desde la subsecretaría de Hacienda, de la que fue titular de 2000 a 2003.

En 2006 Felipe Calderón lo designó secretario de Hacienda, la pieza de mayor prestigio de su gabinete y una señal de estabilidad para los mercados. Lo hizo integrante de la Junta de Gobierno del Banco Central en 2009 y, aprobado por el Senado, asumió su gubernatura del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2015. En septiembre de 2015, el presidente Enrique Peña Nieto lo propuso al Senado, que lo aprobó, para un segundo período del 1 de enero de 2016 al 31 de diciembre de 2021.

Pero el 1 de diciembre de 2016, sorpresivamente, se supo que había presentado su renuncia al presidente Peña Nieto para irse como director del Banco de Pagos Internacionales, BIS, por sus siglas en inglés, con sede en Basilea, Suiza, y que se la había aceptado con fecha 1 de julio de este 2017.

Dicho esto, debo apuntar que Carstens está en todo su derecho de marcharse a ocupar esa posición en el BIS, de cuyo consejo es integrante desde enero de 2011, pero también debo apuntar que en las condiciones de incertidumbre por las que atraviesan México y el mundo, debería reconsiderar su renuncia, olvidarse del BIS y permanecer al frente del Banco de México en un momento en el que lo que se necesita es certidumbre, que solo él puede dar.

Esa es mi petición a quien, como le decía, profeso admiración, respeto y amistad desde hace muchos años.

Basilea puede esperar.

México no.

RETALES

1. VISITA. Luis Videgaray no encontró las condiciones ni el clima para un próximo encuentro del presidente Enrique Peña Nieto con Donald Trump. Y aunque las hubiera, diría yo.

2. BIPOLARIDAD. Era una incongruencia que tratándose del tema de la unidad se hubieran programado dos marchas distintas y enfrentadas para este domingo. Finalmente operó ese que es el menos común de los sentidos, el sentido común, y se pactó salir de puntos diferentes, pero converger todos en la columna de la Independencia. Ya lo hablaremos; y

3. PIES. No cabe duda que el interés los tiene y ayer se acordó la alianza total PAN-PRD-PT-PES para las elecciones de gobernador, alcaldías y congreso de Nayarit. El candidato a gobernador está entre Leopoldo Domínguez y Antonio Echeverría Jr. Para Tepic habrá candidato perredista.

Nos vemos mañana, pero en privado

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