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Fertinal nació originalmente con el nombre de Grupo Empresarial del Bajío, con el objeto de industrializar y comercializar toda clase de fertilizantes, productos químicos, granos y materias primas en general. Y justo hace 25 años —el 13 de junio de 1994, seis meses antes de que concluyera el sexenio de Carlos Salinas de Gortari— cambió de denominación.

A lo largo de dos décadas, el corporativo conjuntó nueve empresas —orientadas a la producción y comercialización de fertilizantes fosfatados y nitrogenados— y dos unidades productivas: la mina de San Juan de la Costa, en Baja California Sur, y un complejo industrial en Lázaro Cárdenas, Michoacán.

A finales del 2014, la directiva de Petróleos Mexicanos encabezada por Emilio Lozoya Austin comenzó los trámites para adquirir Fertinal. El Consejo de Administración autorizó el proyecto de inversión para financiar y concretar la compra, estableciendo el valor máximo de la operación en 635 millones de dólares, siempre y cuando las instancias regulatorias pertinentes dieran su autorización y el due diligence —legal, económico, financiero, ambiental, de contabilidad de riesgos y rentabilidad— quedara completado.

Tres años después —y dos directores de por medio— el Consejo de Administración de Pemex buscó desinvertir en Fertinal, en un proceso que coordinó UBS pero que quedó trunco. Incluso antes de su adquisición, técnicamente estaba en quiebra. El sobreendeudamiento era una pesada loza.

Ante la amenaza de la llegada de una empresa alemana, que en el sexenio calderonista obtuvo la concesión para instalar una planta para la elaboración de fertilizantes en Topolobampo, Sinaloa, la dirección general de Pemex decidió mantener el control de la producción nacional de amoniaco en el Complejo Petroquímico Cosoleacaque. La meta era producir 2 millones de toneladas de amoniaco al año en las cuatro plantas instaladas en aquella localidad del sur de Veracruz.

Nunca pudieron. La carencia de gas natural impedía cumplir con ese objetivo, pero sobre todo el desgaste de los equipos y la falta de mantenimiento.

Pemex Fertilizantes adquirió 3,742 millones 179,690 acciones de Grupo Fertinal, por lo que desembolsó 209.2 millones de dólares. El pago se concretó el 28 de enero del 2016.

PMX Fertilizantes Pacífico suscribió un contrato de apertura de crédito simple con Nacional Financiera y Bancomext. Simultáneamente, ambas instituciones y Banco Azteca otorgaron a Grupo Fertinal un préstamo por 425.8 millones de dólares, para que liquidara adeudos. Ambos préstamos serían pagaderos en 16 años.

En diciembre del 2015, cuando Pemex adquirió la empresa, ésta presentaba pérdidas en su flujo mensual por 12 millones de dólares. Asimismo, la empresa se entregó a Pemex con capital de trabajo negativo.

En julio del 2016, Pemex inició un rescate a Fertinal e inyectó 120 millones de dólares que se utilizaron para reponer capital de trabajo y llevar a cabo inversiones de capex urgentes. Al cierre del 2018, Fertinal había logrado reestructurar su deuda, que ascendía a 425.8 millones de dólares. Pero los servicios de la deuda de los 209.2 millones de dólares requerían ser capitalizados.

En el 2016, el despacho Ernst & Young realizó un avalúo con la metodología Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), que identificó un deterioro por 193.9 millones de dólares en el valor de Fertinal, que al cierre del ejercicio fiscal de ese año —según la contabilidad de Pemex— se registró como pérdida, resultante de la diferencia entre el precio pagado y el valor determinado por la firma de consultoría, de apenas 15 millones de dólares.

Un año antes había nacido Pemex Fertilizantes, con tres unidades de negocio: Grupo Fertinal y sus subsidiarias; Pro-Agroindustria, con una planta de urea en Pajaritos, Veracruz, y el complejo petroquímico de Cosoleacaque, único productor de amoniaco en el país.

El cuello de botella estaba en el complejo de Cosoleacaque, imposibilitado para surtir amoniaco de manera confiable y eficiente a Pro-Agroindustria. Durante los últimos 15 años, allí hubo una producción promedio cercana a 35% de su capacidad. En los últimos dos años, los esfuerzos para poner en marcha las cuatro plantas de amoniaco “son los más intensivos y reiterados en la historia reciente de Pemex”. Para permitir la importación de este insumo desde el golfo de México, se decidió reconfigurar la Terminal Pajaritos. Simultáneamente, Pemex continuó con la rehabilitación de dos plantas de urea. En mayo del 2018 se inició el encendido de la primera planta, la cual ya produjo urea. Sin embargo, interrumpió operaciones en su fase de estabilización, la cual dejó de producir por falta de insumos (amoniaco y CO2).

“El rezago acumulado es sumamente alto como consecuencia de inversiones no realizadas o deficientes”, reconocen los libros blancos de Pemex Fertilizantes, entregados al cierre de la pasada administración federal.

EFECTOS SECUNDARIOS

PROMESAS. Para cumplir con su propósito de becar a 10 millones de niños y jóvenes, el gobierno federal tendrá que fortalecer sus alianzas con sectores empresariales e industriales, insistió el secretario Esteban Moctezuma Barragán. Más de 5 millones de becas son para estudiantes de primaria y secundaria, que provienen de familias de escasos recursos, y otros 4.2 millones de apoyos serán entregados a inscritos en planteles de educación media superior, con lo que se dará cobertura universal en becas en este nivel educativo. Adicionalmente, están los 300,000 afiliados al programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” y otros 290,000 becarios en educación superior.

PENDIENTES. Nadie atina a saber por qué el retraso para que la Comisión Bicameral dictamine quien será el, o la nueva directora del Canal del Congreso. Transcurre el tiempo y nada pasa, y lo único que genera esto son más espacios para la especulación. Una primera lectura es que al interior los legisladores no se ponen de acuerdo. Esto en el mejor de los casos. La otra es que quieran dar un albazo, con eso de que hay personajes de la 4T que no han sacado las manos del proceso. Hay por supuesto dos nombres que se mencionan con insistencia, pero lo cierto es que el canal requiere un titular y con ello el cambio y la cirugía que se necesita.