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Las iniciativas de reformas a la ley no siempre deben venir de las áreas de estudio de los legisladores o del Ejecutivo, sino desde los grupos organizados de la sociedad para atender problemas específicos.

Este es el caso de la reciente iniciativa de reforma a la Ley General de Sociedades Mercantiles cuyo dictamen fue aprobado el pasado miércoles 9 en la Cámara de Senadores -por mayoría abrumadora de 70 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones-  y que ahora está en la cancha de la Cámara de Diputados.

Los trascendente de la reforma es que con la modificación se da paso a una nueva figura jurídica, denominada Sociedad por Acciones Simplificada (SAS) que abre la posibilidad a millones de mexicanos –especialmente jóvenes- que han querido formar microempresas con bajo capital y pocos socios pero que se topan con una tramitología absurda que no solo cuesta tiempo sino también dinero.

Con la figura de la Sociedad por Acciones Simplificada –que se ubicará ya dentro de las personas morales- se podrá lograr la apertura de una empresa en un solo día con costo cero, a través de un portal de Internet que estaría a cargo de la Secretaría de Economía, y desde el cual se daría seguimiento para la obtención del Registro Federal de Contribuyentes; la firma electrónica ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y la inscripción al Registro Público de Comercio.

Sólo por tener una idea, el tiempo que lleva abrir una empresa puede tardar hasta 72 días con un costo de alrededor de 10 mil pesos.

Esta posibilidad es una oportunidad para miles de mexicanos que inician negocios pero que muchas veces se quedan en el ámbito de la informalidad, entendida esta como la realización de negocios no formales, lo que les impide el acceso al crédito, beneficios fiscales, incorporación al sistema de seguridad social, mejores condiciones de negociación con los clientes y oportunidades de comercialización óptimas, entre otros factores.

Las Sociedades por Acciones Simplificada están consideradas para que puedan ser abiertas desde uno hasta varios socios y que tengan ingresos máximos de 5 millones de pesos anuales. Si superan esa cantidad, la sociedad tendría que entran a otro tipo de figura jurídica.

Este avance legislativo surge de un estudio y propuesta hecha por la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), diversas organizaciones académicas y sociales, así como la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey que fue presentada hace un año a los senadores Ernesto Cordero (PAN), José Francisco Yunes Zorrilla (PRI), Zoé Robledo (PRD) y Héctor Larios (PAN), quienes presentaron al Senado la iniciativa correspondiente.

La nueva figura de Sociedad por Acciones Simplificada hará más sencillo el proceso de constitución para las micro y pequeñas empresas y facilitará el ingreso a la formalidad de miles de emprendedores, sobre todo jóvenes. En paralelo sería elemento para la generación de empleo formal

En particular, el Tecnológico de Monterrey que tiene como una de sus principales líneas fomentar el espíritu emprendedor de sus estudiantes detectó que muchos jóvenes querían iniciar empresas micro pero el obstáculo mayor era el tardado proceso de autorizaciones por trámites y el costo que ello implicaba.

La Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey que dirige Alejandro Poiré realizó los estudios y análisis necesarios para dar forma a una propuesta que le hizo la Asociación de Emprendedores de México, que encabeza Fernando Mendívil, ExATec, quien asegura que una de las barreras para la creación de empresas en México son los costos asociados a los trámites y registros de la propiedad y el comercio.    

La creación de la figura de la Sociedad por Acciones Simplificada abre también otra opción para el acceso al financiamiento –o la denominada inclusión financiera- con lo cual permite ampliar la bancarización a nuevos grupos de la sociedad.

Instituciones como el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), de la Secretaría de Economía, tendrían también un rol importante al poder no sólo ofrecer vías para el financiamiento sino en particular educación financiera que consiste en dar elementos a los microempresarios para que hagan un uso adecuado del crédito y bases para una administración gerencial que abata el problema de que muchas empresas chicas tienen una vida muy corta.

Según datos del Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial, 75 por ciento de las nuevas empresas cierran antes de los dos años de vida y solo 10 por ciento de ellas trascienden más allá de los cinco años.  

Ahora corresponderá a la Cámara de Diputados aprobar el dictamen avalado por el Senado de la República para que, en su momento, se hagan las modificaciones correspondientes en la Ley General de Sociedades Mercantiles.

Pero el tema no deberá quedar ahí, sino tendrán que revisarse otros factores, como el tributario, de tal manera que pudiera haber beneficios fiscales a los nuevos emprendedores, con lo cual de manera paralela pudiera incidirse en el abatimiento de la informalidad.

Sin duda, una buena iniciativa que sin tintes políticos -por los beneficios que genera a los grupos de la sociedad- viene desde los interesados por promover el emprendedurismo en México que tanta falta hace para sacar lo mejor del talento y esfuerzo de los mexicanos.  

PostScriptum.- Doble discurso de los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa: en Chile dijeron estar inconformes con las investigaciones sobre el caso que los mueve mientras que en México dijeron lo contrario respecto a la gestión que lleva a cabo la Procuraduría General de la República. Y a eso hay que agregar las revelaciones del Grupo de Expertos que abren más dudas y una insistente búsqueda de involucrar al Ejército.

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@LuisAlbertoRodr