Por otro lado, la inflación ha continuado con su descenso, pero a un ritmo menor al esperado, manteniéndose aún lejos del objetivo de la Fed
El día de mañana concluirá la penúltima reunión de política monetaria del año de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). El consenso de especialistas está convencido de que el Comité de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) dejará la tasa de interés de referencia sin cambios.
Asimismo, el mercado de futuros de tasas asigna una probabilidad implícita de 98% a que la Fed mantendrá la tasa de fondeo en 5.25-5.50 por ciento. Por lo tanto, la atención de los observadores estará centrada en el tono del comunicado y el contenido de la conferencia de prensa de Jerome Powell.
Adicionalmente, los especialistas estarán muy atentos a posibles modificaciones en el plan de retiro de liquidez (comúnmente conocido como Quantitative Tightening o QT) iniciado por la Fed desde mediados de abril del 2022. Estos tres componentes del anuncio podrían dar un poco más de dirección a las apuestas sobre el rumbo futuro de la política monetaria para los próximos meses.
Hasta ahora, el mercado de futuros está descontando que la Fed mantendrá las tasas sin cambios en lo que resta de este año (con una probabilidad implícita de 75% a que la tasa se mantendrá en el nivel actual y una de 24.5% a que habrá un incremento de un cuarto de punto en la reunión de la Fed de diciembre) y que el primer recorte podría ocurrir en la reunión del 12 de junio del próximo año (con una probabilidad implícita de 59% a que la tasa estará por debajo de su nivel actual).
Esto sucede a pesar de que la actualización de pronósticos macroeconómicos de la Fed y la gráfica de puntos (dot plot en inglés) con las expectativas de tasa de fondeo de los miembros del FOMC, que acompañó la decisión de política monetaria de septiembre, apuntaba a un incremento adicional de un cuarto de punto antes de la conclusión de este año y dos posibles recortes en la segunda mitad del 2024.
Sin embargo, entre esa última decisión de la Fed y la de mañana, ha habido noticias económicas importantes.
Por un lado, se dio la publicación de los datos del PIB del tercer trimestre con un crecimiento muy robusto y considerablemente por arriba de los estimados de mercado. Asimismo, los datos de creación de empleo han seguido superando las expectativas y desafiando a la gravedad.
Por otro lado, la inflación ha continuado con su descenso, pero a un ritmo menor al esperado, manteniéndose aún lejos del objetivo de la Fed.
Todo esto apuntaría a que pareciera haber suficiente evidencia para que la Fed optará por incrementar la tasa de fondeo en la decisión de mañana. Sin embargo, en las seis semanas transcurridas desde la última reunión de la Fed, hemos visto un fuerte endurecimiento en las condiciones financieras, cuyo reflejo principal es el marcado incremento en las tasas de interés de largo plazo.
En ese lapso, la tasa del bono del Tesoro a 10 años (T10) subió de 4.44 a 4.90% (después de haber tocado un máximo de los últimos 17 años de 4.98%), mientras que la del bono a 30 años (T30) pasó de 4.56 a 5.03% (después de tocar un máximo de 5.11 por ciento).
Como analizamos en la edición de Sin Fronteras del 24 de octubre, esta alza en las tasas de largo plazo tiene un impacto restrictivo en la actividad económica e incrementa la probabilidad de una desaceleración, la cual es pieza necesaria para que la inflación logre una convergencia con la meta de la Fed.
En cuanto al programa de retiro de liquidez de la Fed, que ha contribuido también al alza en las tasas de largo plazo, el mercado espera que el banco central siga vendiendo de sus posiciones de bonos del Tesoro y bonos hipotecarios acumulados durante el periodo de Quantitative Easing (QE), reduciendo el tamaño de su balance que se incrementó de 0.9 billones a 9.0 billones de dólares entre el cierre del 2007 y abril de 2022.
Desde el inicio del QT en abril del 2022, la Fed ha retirado 1.1 billones de dólares de liquidez, llevando el tamaño de su balance a 7.9 billones.
Aunque el mercado está apostando de manera decidida a que el ciclo de alzas ha concluido, no debemos descartar que la Fed intente transmitir el mensaje de que está lista para un alza adicional en la reunión de diciembre.