Minuto a Minuto

Entretenimiento Murió el comediante Eduardo Manzano, uno de los ‘Polivoces’
El comediante Eduardo Manzano murió a los 87 años. Es recordado como uno de los 'Polivoces' y por su participación en Una familia de diez
Nacional Aseguran cigarros ilegales con valor de 1.7 mdp en Central de Abasto de Iztapalapa
Policías de la Ciudad de México y agentes del IMPI decomisaron cigarros ilegales en la Central de Abasto de Iztapalapa
Internacional EE.UU. ataca otra narcolancha en el Pacífico Oriental; hay cuatro muertos
El ataque contra la supuesta narcolancha fue informado por el Comando Sur estadounidense en su cuenta oficial de X
Nacional Movimiento opositor bloqueará carreteras de acceso a la CDMX hoy 5 de diciembre
El movimiento Todos Unidos Contra la 4Ta Transformación realice un bloqueo de las carreteras que dan acceso a la CDMX
Nacional Netflix adquirirá los estudios Warner Bros. Discovery, ¿de cuánto fue la millonaria transacción?
La oferta final de Netflix ha sido de 27.75 dólares por acción de WBD, frente a los 24 que había propuesto Paramount

Leyendo el discurso de Enrique Ochoa como nuevo presidente del PRI he pensado, en un rapto de política ficción, que quizá el presidente Peña Nieto no está preparando un destape a la antigüita del candidato presidencial del PRI, sino que este es, de hecho, su destape presidencial. Al menos, su primer destape.

Ochoa se plantea en su discurso tareas de liderato, renovación y continuidad que le urgen al gobierno de Peña Nieto.

Primero, quiere encabezar la campaña anticorrupción contra los gobernadores de su propio partido y contra los de otros. Es la campaña contra la corrupción que el PRI parece incapaz de abanderar sino al precio de sus propias bajas, campaña fundamental para el gobierno si quiere reponer algo de su menguada aprobación y disputarle el tema a las oposiciones.

Segundo, Ochoa asume sin titubear el horizonte de reformas de Peña Nieto, que parecen perdidas en la opinión pública pero son un hecho en la Constitución, en las leyes secundarias y en las instituciones derivadas de ellas. Es el único proyecto de gobierno real que hay en el país. El proyecto que el próximo gobierno está obligado a cumplir, mientras no cambien las leyes.

Tercero, Ochoa asume la presidencia del PRI como vocero activo de ese proyecto, el lugar desde donde el gobierno enfrentará a los medios, hablará con la sociedad y discutirá con sus competidores.

Cuarto, plantea la vinculación directa del gobierno federal priista con el PRI mediante una continua interlocución de miembros del gabinete con estructuras locales del partido.

Las debilidades del destape priista de Ochoa apenas pueden ocultarse. No es de ahí, no conoce el gallinero, ni a los gallos ni a las gallinas. Llega al PRI en estado adánico, apenas salido del paraíso, inocente del todo respecto de la realidad del priismo realmente existente.

Pero este es el estado en el que salían al ruedo muchos candidatos presidenciales del PRI desde, por lo menos, José López Portillo. Remediaban su ignorancia adánica yéndose de gira al país para aprender. Esto es lo primero que va a hacer Ochoa, con su gira de cien días.

La varita mágica de aquellos candidatos adánicos se llamaba en mis tiempos “la cargada”. Amigos y enemigos sabían que ese candidato era “el bueno” y esto añadía rápidamente adhesiones impensables de otro modo.

Al PRI derrotado de estos días le urge saber quién es “el bueno”. Pienso, en mi rapto de política ficción, que Ochoa es una primera respuesta de Peña.

[email protected]