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La contratación de deuda no parece una opción. La deuda de NL creció 115% respecto del saldo que tenía cuando Medina de la Cruz asumió la gubernatura.

Kia lleva 90% de avance en la construcción de su primera planta en México y planea iniciar la producción en mayo del 2016, pero tiene un problema: el gobierno de Nuevo León no tiene los recursos para cumplir con todos los compromisos que asumió para convencer a la armadora coreana de instalarse en el municipio de Pesquería.

La molestia entre los coreanos es enorme. Sólo comparable, quizá, por su dimensión, con la preocupación en el gobierno entrante que encabeza Jaime Rodríguez, El Bronco. ¿Qué hacer con las promesas del gobernador saliente?

Rodrigo Medina le ofreció a Kia el sol, la luna y las estrellas para convencerlo de que se instalara en Nuevo León. Le otorgó un terreno de 40 millones de dólares, que requirió trabajos de nivelación y plataformas por un valor de más de 80 millones de dólares. Le ofreció infraestructura ferroviaria; una subestación eléctrica; un tanque de almacenamiento de agua industrial y la relocalización de las instalaciones de gas. Estas inversiones suman más de 40 millones de dólares adicionales.

A los incentivos anteriores, hay que agregar el compromiso de un centro de capacitación más la construcción de un libramiento carretero que costaría más de 2,000 millones de pesos. Los estímulos incluyen la exención del Impuesto Sobre la Nómina por 20 años. No hay un informe oficial donde se reconozca todo lo que se ofreció a Kia, pero la cifra ronda los 500 millones de dólares. Tampoco hay una guía con instrucciones para acceder a los recursos que se requieren. La contratación de deuda no parece una opción. Nuevo León debía 61,000 millones de pesos al final del primer trimestre del 2015, un crecimiento de 115% respecto del saldo que tenía cuando Medina de la Cruz asumió la gubernatura.

¿Podrá obtener esos recursos del gobierno federal? Existen dos problemas: las limitaciones presupuestales del ejercicio del 2016 y el origen “independiente” del gobierno del Bronco.

¿Qué incentivos tiene el gobierno federal para colaborar con El Bronco? El más importante es sacar un proyecto que generaría una derrama económica de 27,481 millones de pesos en un periodo de 10 años, por concepto de sueldos, salarios y gastos de proveeduría.

El costo de no cumplir con todos los apoyos ofrecidos a Kia es difícil de estimar. En primer lugar porque hay una variable impredecible: la reacción de los coreanos. Ahora están enojados, pero siguen invirtiendo y mantienen sus planes. En segundo lugar, es importante destacar que algunos de los compromisos están cubiertos y otros se encuentran en una fase avanzada de cumplimiento.

¿Es posible renegociar con Kia? Si las cosas siguen como van, es un escenario muy probable. No es una práctica frecuente, mucho menos en la promoción de inversiones globales, pero nadie está obligado a cumplir lo imposible. Nuevo León tiene otras necesidades, además de honrar la palabra del gobernador saliente frente a la armadora. Está pendiente la continuación de la construcción del hospital de alta especialidad, el hospital general de Sabinas Hidalgo y el mantenimiento a las líneas 1 y 2 del Metro regiomontano.

Los problemas de las finanzas públicas de Nuevo León son inagotables. Sin embargo, Kia avanza en la construcción de su armadora y los proveedores coreanos siguen llegando a Nuevo León. ¿Alguien sabe cómo se escribe un final feliz para una historia como ésta?