Elecciones 2024
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Si algo ha demostrado el presidente Peña Nieto es que no responde a las encuestas ni a las opiniones de los comentócratas.

Juega su propio juego al que nadie tiene entrada. Se ha revelado una tarea ociosa exigirle cambios o adivinar sus intenciones. Está claro que nadie anticipó sus recientes decisiones en la prensa, aunque todos parezcamos entender ahora por qué y para qué las hizo.

No sé si sus decisiones irán a donde quiere porque, al menos para mí, es imposible saber lo que quiere.

Podemos leer solo las consecuencias de sus actos en la opinión pública y en eso creo que los comentócratas aciertan, pues son ellos mismos el termómetro de lo que dicen.

Han hecho sobradamente el diagnóstico de las implicaciones de los cambios. Me sumo en estas líneas a esos diagnósticos:

A los dos precandidatos fuertes de su gobierno, Osorio y Videgaray, y al recientemente incorporado presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, Peña ha sumado como precandidatos presidenciales a su ex poderoso jefe de la Oficina de la Presidencia Aurelio Nuño, como nuevo secretario de Educación, y a su ex secretario de Relaciones Exteriores José Antonio Meade, el mejor currículo de su gabinete, como secretario de Desarrollo Social.

Nuño y Meade son dos precandidatos con secretarías ideales para hacerse candidatos: recorrer el país, hacer política, asignar recursos.

Los dos son próximos al secretario de Hacienda, y parecen hacer grupo en la carrera, pero tienen su propio carril y responderán por sus propios movimientos.

El presidente Peña ha traído también a la carrera al mejor gobernador de la República, José Calzada, y a la mujer de mejores rendimientos en su gabinete, Claudia Ruiz Massieu. Mantiene en la zona de recursos presidenciales a un secretario que nadie menciona pero que sigue sentado en la mesa: Pedro Joaquín Coldwell.

Salvo las posiciones de salida, unas más ventajosas que otras, nada está ganado aquí, además de que estos reacomodos suceden en el ámbito del gobierno y del PRI (30% de los votos). Falta el resto del país.

El candidato de Peña será un candidato entre otros. Para ser Presidente tendrá que ganar su pleito interno y luego su pleito nacional.

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