El gobierno del presidente Peña Nieto dirá que no es cosa de ellos, sino del juez sexto penal del DF. Cierto. Pero el beneficio de la prisión domiciliaria a una mujer de 70 años, enferma, no parece ser buena noticia en Los Pinos. “Que no nos vengan con que mi defendida no es una candidata … Continued
El gobierno del presidente Peña Nieto dirá que no es cosa de ellos, sino del juez sexto penal del DF. Cierto. Pero el beneficio de la prisión domiciliaria a una mujer de 70 años, enferma, no parece ser buena noticia en Los Pinos.
“Que no nos vengan con que mi defendida no es una candidata idónea para que no enfrente este proceso en prisión”, me dice Marco Antonio del Toro, abogado de Elba Esther Gordillo. “No hay un motivo lógico para que no continúe el proceso desde su casa. Hay jurisprudencia para que se resuelva de inmediato. Lo contrario sería aceptar que estamos ante un asunto que tiene connotaciones de carácter político”.
El análisis técnico, frío, le daría la razón al abogado Del Toro. Según la defensa, Elba Esther tiene 16 padecimientos graves y toma 30 medicinas diarias. La deben operar a la brevedad por un par de aneurismas. Agréguese: insuficiencia renal, hipertensión, encogimiento, divertículos, quistes, esguinces, glaucoma, artrosis, hipertiroidismo, descalcificación.
“Y lleva más de 700 días en un cuarto de hospital, sin ventilación, luz solar, movilidad”, agrega él. “En un área donde pululan las infecciones. No dejarla salir sería irracional, cruel”.
—Visto así, la tienen ganada, abogado.
—Es un asunto de ley y de humanidad. No entenderíamos que el juez argumentara peligrosidad o riesgo de fuga. Que nos pongan todas las medidas de seguridad que consideren necesarias, pero que cumplan con el beneficio legal y humanitario, y que el juez no decida poner en riesgo la vida de una persona.
Visto así, Elba Esther Gordillo debería defenderse desde su casa. ¿Significaría eso una derrota para el gobierno, justo al cumplirse dos años de la detención de la poderosa líder del SNTE? Podría pensarse que sí. La maestra estaría fuera de la cárcel sin que ninguna de las tres causas por las que ha estado allí perfile éxito. No la defraudación fiscal. No el lavado de dinero. No la delincuencia organizada.
Creo, por el contrario, que no atravesarse groseramente para que obtenga el beneficio podría tener un efecto positivo en la imagen del gobierno de Peña Nieto. Elba Esther les permitiría mostrarse como una administración de leyes, no de enconos, abusos, miserias.
Si se la encuentra culpable, que purgue la condena el resto de su vida. Pero que no se le cercene la opción de la dignidad. Bien haría el Presidente en no olvidar aquello de que con los sufrimientos de las personas se ganan mayores sufrimientos.
MENOS DE 140 El jueves o viernes se informará, finalmente, sobre los recortes en Pemex. Una noticia que no se quería dar, pero ya no hay de otra.
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