En este momento usted se estará preguntando qué tiene que ver el cuento con lo sucedido la semana pasada en el Congreso de la Unión. Permítame explicarle
Twitter: @mcamachoocampo
La semana pasada el presidente López Obrador dio muestra del poder que ejerce sobre las bancadas que le son afines en el Congreso de la Unión; bastó que tronara los dedos, perdón, que pidiera que se aprobara en calidad de urgente un paquete de leyes y reformas para que “sus” diputados lo hicieran en un maratón de 30 horas.
Lo sucedido la semana pasada en el Congreso de la Unión me recordó mucho al Flautista de Hamelin, cuento escrito por los hermanos Grimm, en el que relata la historia de un flautista que fue contratado por las autoridades de la ciudad de Hamelin para terminar con una plaga de ratas. El singular personaje usó su instrumento para tocar una melodía que hipnotizó a los roedores y los sacó de la ciudad. Cuando regresó a recoger el pago acordado, no se lo quisieron entregar y en venganza el músico volvió a tocar su instrumento, pero en esta ocasión sacó de la ciudad a todos los jóvenes y niños.
En este momento usted se estará preguntando qué tiene que ver el cuento con lo sucedido la semana pasada en el Congreso de la Unión. Permítame explicarle.
La voz y los deseos del presidente son como la música del flautista, que logra hipnotizar a legisladores y partidarios para cumplir sus “órdenes”, sin dudar, sin cuestionar, sin cambiar ni una coma, incluso, no les importa perder su prestigio y capital político.
Ejemplo de la hipnosis que ejerce la voz del presidente es lo sucedido con los senadores, quienes tienen paralizado el nombramiento de los integrantes faltantes del Consejo del INAI, a pesar de que existía el compromiso de nombrar al menos a uno, porque así lo desea el primer mandatario.
Otra muestra la vimos el pasado 28 de abril, también con los senadores morenistas, quienes ya tenían planeada la clausura del periodo ordinario de sesiones. Sin embargo, el presidente sacó su flauta, tocó su música mágica e hizo que los legisladores se olvidaran de “cerrar el changarro” y se enfrentaran en una batalla campal contra los integrantes del bloque opositor, quienes exigían que los morenistas cumplieran la palabra empeñada y se nombrara a un consejero en el INAI para poder analizar el paquete legislativo. No hubo acuerdos. La oposición tomó la tribuna y los oficialistas armaron la sesión en una sede alterna. No pudieron hacerlo en el piso 14 del Senado y se lanzaron a su antigua sede, la Casona de Xicoténcatl.
Hicieron una parada en Palacio Nacional donde el presidente volvió a sacar su flauta y, flanqueado por sus corcholatas presidenciales incluido Ricardo Monreal, quien volvió a estar en la gloria, tocó un concierto privado para los senadores con el que reforzó su trance.
Ya por completo hipnotizados salieron a su antigua sede donde en una “sesión” con algunos “asegunes”, legales y de procedimiento, aprobaron una ley cada 10 minutos hasta llegar a 20.
A estas alturas del partido usted, amable lector, se estará preguntando siguiendo con la analogía del flautista, ¿quiénes serían los niños y jóvenes en esta historia? Tenemos muchos. Ahí tiene a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los legisladores que no lo han apoyado en sus iniciativas, a excolaboradores que se han ido por no estar de acuerdo con sus políticas.
Pero en esta historia del Flautista de Palacio Nacional hay un villano incidental, Ricardo Monreal, quien después de no lograr el nombramiento de un consejero del INAI “porque su liderazgo está socavado”, según sus propias palabras, cayó extasiado por la música de la flauta presidencial y con ello perdió toda posibilidad de estar en la boleta presidencial el año entrante. Lástima senador.
EN EL TINTERO
Aumentan las voces entre priistas de hueso colorado en el Estado de México para que su candidata Alejandra del Moral meta el acelerador y de zarpazos certeros a la candidata de Morena, que hasta el momento parece invencible.
Amigos, cuando salgan a una zona montañosa o arbolada por favor apeguen bien sus fogatas. El Municipio de Coatepec Harinas, en el Estado de México, se encuentra afectado por un incendio forestal que ya cumplió tres días. Las víctimas de este percance son los miles de árboles que han desaparecido.