De hecho, Maduro no tiene una Ley de Austeridad, como la del presidente mexicano, que es realmente una partida secreta como la que critica todavía este presidente a Carlos Salinas, sólo que la suya fue aprobada por el Congreso
Mientras el presidente paró en seco el tema político para indignarse con el malvado que hirvió a un perrito, y nos hizo llorar de rabia por el animalito; fue publicada una reforma constitucional, para impedir candidaturas a políticos opositores incómodos.
Sí, el mismo día en que este gobierno superó en cuatro años y medio el número de asesinatos registrados en los seis años del gobierno pasado, el presidente dedicó su jornada laboral a pedir orden de aprehensión contra el agresor de un perrito.
Un lindo gesto del presidente, sabedor del amor que le tienen los mexicanos a los perros: somos el país con más perros mascotas en América Latina, con 20 millones, según el INEGI. Un gesto muy taimado del presidente, además.
Porque así ocultó ese día, que rompió el récord de 156 mil 66 asesinatos registrados en el sexenio pasado; y que se publicó la reforma al Artículo 38 constitucional, fracción VII, para que todo opositor con orden de aprehensión no ejecutada no pueda ser candidato.
Y lo menos que se niega en la actual administración es una orden de aprehensión, pues se trata de un régimen que negocia con carpetas de investigación, como reveló el columnista Salvador García Soto, sobre un empresario que fue a Palacio a negociar contratos:
“Un operador del presidente le dijo que estaba bien, podemos negociar, nada más que en este gobierno negociamos a partir de carpetas. Y ya hay dos carpetas judiciales sobre este tema. A partir de eso, podemos negociar lo que ustedes quieran”.
Así que la reforma al Artículo 38 constitucional, fracción VII, es de un alcance muy largo y le da armas constitucionales al gobierno para hacer, con la Carta Magna en la mano, lo que operador del presidente le dijo al empresario.
Aunque ya de eso, hay mucho, eh. Por ejemplo, la Ley Nacional de Extinción de Dominio permite “disponer de forma anticipada” de bienes inmuebles, dinero en cuentas y efectivo incautados, sin esperar veredicto judicial, aunque después el acusado resulte inocente”.
Es tan buena la Ley Nacional de Extinción de Dominio buena para gobernar de manera autoritaria que el dictador venezolano Nicolás Maduro acaba de firmar la suya, que se llama Ley Orgánica de Extinción de Dominio.
La ley del sátrapa venezolano le permite quitar bienes y riquezas a funcionarios en desgracia y a enemigos políticos, de manera “inmediata”. O sea, que la
autollamada “Cuarta Transformación” ya hasta clases le da a la dictadura venezolana.
De hecho, Maduro no tiene una Ley de Austeridad, como la del presidente mexicano, que es realmente una partida secreta como la que critica todavía este presidente a Carlos Salinas, sólo que la suya fue aprobada por el Congreso.
El socialismo mexicano va muy rápido. Rapidísimo.