Elecciones 2024
Elecciones 2024

La experiencia internacional nos dice que una sociedad tiene la capacidad de recuperarse de un ataque, siempre y cuando se trate de un hecho aislado…

El terrorismo es una de las fuerzas que da forma al mundo en el siglo XXI. Su influencia es creciente: en el año 2000, hubo 3,329 ataques terroristas en todo el mundo; 15 años después, fueron 32,685, de acuerdo con el Institute for Economics and Peace.

La mayor visibilidad corresponde a los ataques que ocurren en países desarrollados, pero la mayoría de los actos terroristas ocurren en el llamado tercer mundo. Ahora hablamos de Bélgica, como en noviembre hablábamos de Francia. Más nos vale considerar que la actividad terrorista ocurre en 93 países y que cinco países llevan la mayor carga de este sufrimiento. Éstos son Irak, Afganistán, Nigeria, Pakistán y Siria.

¿Cuánto cuesta un ataque terrorista? La inversión para realizar los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos fue inferior al millón de dólares. Su impacto fue miles de veces superior. Un estudio publicado en Investopedia indica que los daños materiales en Nueva York ascendieron a 55,000 millones de dólares; el impacto económico fue de 123,000 millones, fundamentalmente vinculado a la interrupción de los negocios y la perturbación del sistema de viajes por avión durante algunos días.

La medición del costo es una tarea complicada. Los costos directos implican los daños materiales y un cálculo de la restauración. Una de las cosas más terribles es la determinación de un “precio” por cada vida. Las aseguradoras y los gobiernos lo hacen, porque es parte de la “normalidad” en una tragedia. Eso no le quita las espinas morales. ¿Por qué se cotiza más la vida de un neoyorquino que la de un sirio?, ¿la de un banquero que la de un trabajador de la limpieza?

Dilemas éticos aparte, la medición de los costos indirectos plantea el reto más complicado. Hay cosas que no tienen precio… ¿Cuánto cuestan las horas que se pierden en productividad, como consecuencia de las medidas de seguridad implementadas en los aeropuertos de todo el mundo? ¿Debemos considerar el costo de las guerras de represalia o no?

Un ataque terrorista es un hecho económico porque impacta la confianza de los consumidores y de los inversionistas. En un primer momento se congelan las visitas a los centros comerciales, se suspenden las clases, los congresos y los viajes. Una parte del consumo se pospone y otra se cancela definitivamente. Algo parecido ocurre con las inversiones.

La experiencia internacional nos dice que una sociedad tiene la capacidad de recuperarse de un ataque, siempre y cuando se trate de un hecho aislado. Nueva York salió fortalecida de los ataques del 2001. El problema surge cuando el terrorismo se percibe como algo estructural. Provoca migración y fuga de talento; aumenta el costo de los seguros y dispara la inversión pública y privada en seguridad. El impacto es mayor en países en vías de desarrollo y, en particular, en aquellos que dependen del turismo extranjero, por ejemplo Egipto.

Los ataques de Bruselas pondrán a prueba la resiliencia de Europa. El viejo continente estaba dejando atrás los peores efectos de los actos terroristas de noviembre en París, pero lo de Bélgica vuelve a encender las alertas. ¿Qué impacto tendrá en el turismo, el consumo y la economía? La pregunta es pertinente, pero está subordinada a otra cuestión más importante: ¿cómo afectará la forma de vida de una sociedad tan desarrollada, su salud mental y las normas de convivencia?

[email protected]