En una primera fotografía, llaman la atención los anuncios de empresas que están tomando posiciones en Baja California y Nuevo León
Nearshoring es la palabra de moda. En Google, cuando ponemos nearshoring México aparecen 740,000 resultados. Su traducción, relocalización se usa menos y aparece 285,000 cuando se busca relocalización México.
El interés está justificado: se está redefiniendo el mapa de la producción global y el lugar que ocupará México en él. ¿Qué parte del pastel industrial que ahora genera China vendrá para México? ¿Qué industrias saldrán más beneficiadas? ¿Qué entidades están mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades que se abren? ¿Quién hará las tareas pendientes?
En el corto plazo, están en juego inversiones por 35,000 millones de dólares, calcula el BID. La cifra podría ser mucho mayor, considerando que el objetivo es sustituir el 25% de las importaciones que la región América del Norte hace desde China. En 2021 fueron 674,000 millones de dólares, de los cuales México importó más de 100,000 y Estados Unidos, medio billón.
¿Cómo cambiará el mapa industrial de México? Lo que ocurra a escala global se dejarán sentir con fuerza aquí. Esto ocurrirá en industrias que ya tienen fuerte presencia en México, como la automotriz y la aeronáutica. También en industrias que tienen un enorme potencial para florecer en territorio mexicano. La fabricación de semiconductores está en la boca de todos, dada la urgencia de Estados Unidos de sacar la producción de los chips de Taiwán. Otro tanto pasa con la fabricación de baterías de litio, una pieza clave en el rompecabezas futuro del automóvil.
Menos atención tiene, por el momento, el caso de la producción de moléculas para la industria farmacéutica. Es una actividad dominada por India, un país que quiere mantenerse como aliado de Estados Unidos, China y Rusia. Para los estadounidenses, la producción de medicamentos se volvió un asunto estratégico y de seguridad nacional, luego de la crisis del covid. México es una buena opción y las farmacéuticas mexicanas han empezado a moverse. En sus primeros contactos con Estados Unidos, han captado el interés de los vecinos.
¿Qué estado se convertirá en líder del nearshoring? Los que están en la frontera norte, más Nuevo León parecerían los candidatos más lógicos. Ellos tienen el mayor inventario de parques industriales y han sido protagonistas de la historia industrial de México de manera rotunda desde la entrada en vigor del TLCAN hace tres décadas. Con argumentos para competir, tenemos a las entidades del Occidente-Bajío. Jalisco, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro han ganado posiciones en automotriz, electrónica y farmacéutica. Quieren más. Del mapa actual, la tercera región que tiene argumentos está en el centro del país: el Estado de México tiene una base industrial comparable con la de Nuevo León. Su cercanía con la Ciudad de México siempre le otorga ventajas.
¿Qué impacto tendrán las decisiones de la 4T en la competitividad regional? AMLO habla mucho del sur, pero su proyecto industrial más tangible está en Sonora. Está el corredor logístico que creará 10 polos industriales entre Oaxaca y Veracruz y la intención de convertir en zona industrial los terrenos cercanos al aeropuerto Felipe Ángeles. El Plan Sonora cuenta con una gran promoción y recursos públicos. Tiene, también, la ventaja de tener inversiones garantizadas para el abasto eléctrico.
En una primera fotografía, llaman la atención los anuncios de empresas que están tomando posiciones en Baja California y Nuevo León. La decisión del gobierno de Jalisco de dotar a su programa de nearshoring con un presupuesto de 2,200 millones de pesos. La intención de Guanajuato de enfocarse en semiconductores. La indecisión de Tesla, que tiene una carta de intención con la Ciudad de México, pero sigue coqueteando con otros estados.
Todos los ojos están puestos en el sector eléctrico, ¿estará a la altura del reto? En las últimas semanas se ha diluido un poco el riesgo del panel con EU y Canadá, pero ha crecido la conciencia de las inversiones que faltan en transmisión y distribución y corresponden a la CFE. Nos falta hablar más de otros asuntos pendientes: la zona norte de México (y otros estados del centro) no tienen agua suficiente para soportar una ola grande de inversiones. El sur tiene agua, pero no tiene suficiente abasto de gas ni de electricidad. Quizá no estamos listos, pero EU quiere ir más allá de lo que dice el T-MEC. ¿Cómo se dice segundas nupcias en spanglish?