Elecciones 2024
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¿Qué pasa entre Carlos Slim y Andrés Manuel López Obrador? La relación entre el hombre más rico de México y el hombre más poderoso del país nos intriga a casi todos. Nos gustaría saber de qué hablan el hombre de los 100,000 millones de dólares y el hombre de los 30 millones de votos. ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles en esta relación, en este sexenio y cómo los superaron… si es que lo hicieron? ¿Cómo llegan en la recta final del lopezobradorato?

Tomar el pulso a la relación entre Carlos Slim y AMLO es una manera de valorar qué pasó con la promesa del candidato López Obrador de separar el poder político y el poder económico. Era un eslogan de campaña muy potente para un electorado harto de la corrupción, habitante de un país donde las grandes fortunas florecen al amparo de las decisiones de los gobiernos.

Para bien y para mal, el presidente AMLO no cumplió al pie de la letra su promesa. Digo para bien porque México necesita un diálogo de calidad entre políticos y empresarios que detone inversiones y genere las condiciones para la generación y distribución de la riqueza. Hay quienes desearían un enfrentamiento entre el presidente y los empresarios, como ocurrió en el echeverrismo. Ese episodio no tuvo final feliz.

Lo cierto es que AMLO tiene una excelente relación con algunos de los hombres y mujeres más ricos de México. Algunos de ellos participan en un consejo asesor que quitó importancia a los organismos empresariales tradicionales. La relación es magnífica, pero no exenta de contradicciones. Se han multiplicado las asignaciones directas en las obras y las compras. El SAT ha incrementado 27% su recaudación entre los grandes contribuyentes en lo que va del sexenio respecto al anterior.

¿Por qué el ingeniero convocó a una conferencia de prensa? La convocatoria de Carlos Slim Helú para el mediodía del lunes 12 de febrero alimentó las especulaciones. La última vez que había convocado a un ejercicio similar fue en abril del 2018. En ese momento, el tema principal fue la defensa del aeropuerto de Texcoco, en el que tenía cuantiosos intereses. Esta vez la comparecencia duró cuatro horas. En estas tuvo tiempo para hablar de muchas cosas. Desde sus orígenes como empresario y la privatización de Teléfonos de México hasta la molestia por el papel de los militares en la gestión de algunas empresas, “es un exceso”, dijo. Defendió la construcción de la Línea 12 y atribuyó el desplome a la falta de mantenimiento. ¿Para quién fue la pedrada?

Uno de los mensajes que quiso posicionar es que él no ha sido un empresario favorecido por la 4T. Se refirió a la negativa del gobierno de otorgarle la autorización a Telmex de ofrecer el servicio de televisión de paga. Lo presentó como prueba de que no ha tenido trato preferencial con AMLO. Esta autorización ha sido una de las pocas cosas que se la ha resistido a Slim. No la consiguió en ninguna de las administraciones anteriores, desde Vicente Fox hasta ahora. Por cierto, llamó la atención la forma en la que describió el mal estado de Telmex: 10 años de números rojos, sin reparto de dividendos y con un pasivo laboral de 270,000 millones de pesos. Los números rojos tienen que ver, entre otras cosas, con la aplicación de una regulación asimétrica, por su condición de jugador preponderante, en donde debe compartir su infraestructura con sus competidores, con tarifas reguladas por la autoridad.

La mala situación de Telmex en los últimos años no ha sido obstáculo para que la fortuna de Carlos Slim Helú haya tenido un crecimiento espectacular en estos años. De eso no habló en su conferencia. En 2019 su fortuna valía 53,100 millones de dólares, según Forbes, y el día de ayer era de 98,800 millones de dólares. Sus negocios han prosperado en México y el mundo. El valor de los mismos en las bolsas de valores ha crecido como la espuma en estos años, al igual que ha pasado con la mayoría de los multibillonarios globales, Elon Musk, Bernard Arnault, Jeff Bezos, Bill Gates, Warren Buffett y Mark Zuckerberg, entre otros. A los millonarios mexicanos les ha ido bien en este sexenio, lo dice AMLO, pero también las listas de Forbes y el despliegue del consumo suntuario, en México y en el extranjero.

En forma y fondo, Carlos Slim fue muy cuidadoso. Al reportero que le preguntó por conflictos entre él y AMLO le contestó, usando el matrimonio como figura, ¿acaso no tienes discusiones con tu esposa?, le preguntó. Puso como ejemplo de las diferencias con el presidente su valoración de la figura de Porfirio Díaz. El ingeniero Slim lo elogió como un modernizador al que se le pasó la mano con sus 30 años en el poder. Dijo que hablará de sus diferencias con AMLO, una vez que acabe el sexenio. Fueron seis años en los que uno creció su fortuna y el otro multiplicó su poder político. ¿Qué se dirán entonces?